Redacción Quito
Un grupo de 150 nuevos policías será asignado a la Dirección Nacional de Tránsito para el control exclusivo de la restricción vehicular. El anuncio lo hizo ayer el Comandante General de la Policía, Freddy Martínez.
Los uniformados se integrarán al Grupo de Tránsito de Quito en aproximadamente dos semanas. Ahí recibirán capacitación sobre la aplicación de la Ley y el reglamento de Tránsito y de las ordenanzas municipales vigentes. También recibirán instrucción sobre los procedimientos de tránsito, atención al usuario y valores.
Para el control de la restricción vehicular, se conformarán 15 brigadas móviles con seis policías de tránsito, tres policías metropolitanos y un fiscalizador de la Empresa de Movilidad (Emmop). Además, en cada uno de los 12 puntos fijos de control habrá cinco policías de tránsito y un fiscalizador.
Para el control de la restricción vehicular, los policías detendrán a todos los vehículos que circulen sin placas para verificar su número de identificación. Debido a los riesgos de adulteración y falsificación de placas, los uniformados controlarán aleatoriamente cualquier vehículo. Para esto cada brigada tendrá un APD (asistente personal digital) a través del cual obtendrá datos de licencias, vehículos y personas.
Martínez dijo que la presencia de más policías también contribuirá a mejorar la seguridad ciudadana en la capital. Según el anuncio policial, en caso de detectar placas, licencias o matrículas adulteradas, los agentes de tránsito tendrán la disposición de detener al conductor del vehículo y ponerlo a órdenes de la Policía Judicial para investigaciones.
Según el departamento de Ingeniería Vial de la Policía, las brigadas también serán responsables del control de las vías exclusivas de transporte, el respeto de las paradas por parte de los conductores de buses y del cumplimiento de los horarios de circulación del transporte pesado.
La Policía de Tránsito tiene prevista la firma de un acuerdo de cooperación con el Municipio para el 22 de febrero. Ayer, luego de una reunión con el Alto Mando de la Policía, el alcalde
Augusto Barrera dijo que la medida restrictiva se iniciará el 22 de marzo. Esa información fue ratificada por la concejala María Sol Corral, miembro de la Comisión de Movilidad del Cabildo, quien además aseguró que el modelo que se aplicará será el pico y placa.
Ayer, a las 17:00, la Comisión de Movilidad tenía prevista una reunión para analizar la propuesta de reforma a la Ordenanza 247 sobre movilidad. La medida restrictiva también será discutida mañana en la sesión de Concejo.
Opiniones de dos personas sobre la restricción vehicular
‘A los ciclistas les falta educación’
Andrés Salazar/ Ciclista
Creo que la medida de restricción vehicular no es la solución al problema de congestión de la ciudad. Si no se trabaja en mejorar el sistema de transporte público y la infraestructura vial, en pocos años el problema volverá a ser igual que ahora.
En el caso de los ciclistas, es necesario que se creen más ciclovías. Actualmente, los conductores de bicicletas circulamos por las vías en un permanente riesgo. Parte del problema es la falta de educación vial, tanto de los peatones como de los conductores.
Por ejemplo, hay muchos conductores que no respetan a las personas que nos movilizamos en la bicicleta. También hay peatones que nos reclaman cuando transitamos por las aceras.
Los ciclistas también necesitamos capacitación sobre la Ley de Tránsito y mejorar nuestra educación vial. Porque, lo reconozco, muchos ciclistas también incumplen con las normas.
Sin embargo, no creo que muchas personas se decidan a utilizar la bicicleta como un medio de transporte alternativo. El tipo de trabajo, los horarios y los largos recorridos son factores que influyen en esa decisión. Entre los jóvenes es más fácil incentivar el uso de este medio de transporte porque generalmente se utiliza para trayectos cortos y para ir a los centros de estudio.
‘La restricción afecta a la Zona Azul’
María Flores/ Vigilante
Yo empiezo mi día de trabajo a las 08:00, cuando los carros ya empiezan a utilizar la Zona Azul de La Mariscal. Los vigilantes metropolitanos de La Mariscal ganamos el 50% del costo de cada tique de estacionamiento.
En la Asociación Amazonas existen al menos 300 personas que dependen de la venta de los pases de estacionamiento para mantener sus hogares.
La propuesta del Municipio para la ampliación de la Zona Azul me parece una buena iniciativa, porque daría trabajo a más personas. Pero creo que las autoridades no han considerado los efectos negativos que tendría la medida de restricción en el trabajo de los vigilantes.
Si se aplica la medida de restricción, el número de vehículos que llegan a buscar estacionamiento en la zona se reduciría considerablemente. Esto afectaría directamente a nuestra economía, porque cada día dejaríamos de vender el mismo número de tiques.
Actualmente, los vigilantes no tenemos condiciones estables de trabajo, ni tampoco estamos afiliados al Seguro Social. Cada vigilante es responsable de la seguridad de su zona. En esto también existe la colaboración de las policías Nacional y Metropolitana, hasta las 17:00, cuando terminamos la jornada.