Con el cierre de operaciones de las 12 miniterminales que funcionan fuera de las terminales terrestres de Quitumbe, en el sur; y Carcelén, en el norte, se esperan cambios en el Distrito. De forma especial en el tránsito vehicular, desplazamiento de pasajeros y cotidianidad en el entorno de estas agencias.
Según datos de la Agencia Nacional de Tránsito (CNT), desde las miniterminales al día se movilizaban 7 160 pasajeros. Con el cierre de estos centros se prevé que el número de viajeros a las terminales del norte y sur del Distrito aumenten a aproximadamente 23 000.
Esto significa que la cantidad de personas que se concentraban entre las calles 18 de Septiembre, Caracas, Portoviejo, Versalles y Larrea disminuirá notablemente. En este sector de la urbe funcionan cinco agencias de cooperativas de transporte interprovincial: Transportes Occidental, Santa, Carlos Alberto Aray, Reina del Camino y Flota Imbabura.
Para Germania Pillajo, propietaria de un restaurante, esto afectará a su local ubicado en la 18 de Septiembre y Versalles. Ella calculó que sus clientes disminuirán en un 50%.
Úrsula Cruz, moradora, piensa diferente. La mujer contó que el tráfico vehicular y el ruido en las mañanas y noches son complicados. “Ahora habrá paz”, dijo.
Amalia Matamoros, quien viaja seguido de Quito a Esmeraldas, señaló que le resultará difícil viajar. Ella reside en el puente dos de la autopista Gral. Rumiñahui. Desde allí toma un taxi hasta las oficinas de Trans Esmeraldas, en Santa María y 9 de Octubre, le cuesta USD 8. Para ir hasta Quitumbe cree que pagará el doble.
Para que el desplazamiento de los pasajeros no se torne en un problema de movilización, desde la Empresa de Pasajeros Quito se plantea la creación de un circuito especial para viajeros que se dirijan hasta las terminales de Quitumbe y Carcelén. Este saldría desde el andén del parque El Ejido y tendría un costo de USD 1. El servicio funcionará sin paradas.
Otra opción. Quienes viajan en la noche pueden usar el trolebús que circula en horario especial desde las 24:00 y que transita pasando una hora. El valor del pasaje es de USD 0,50 y va desde la estación de la Río Coca a Quitumbe y viceversa. Para las personas que se trasladan hasta la terminal de Carcelén podrán tomar un alimentador en la estación del norte.
En las operadoras de transporte interprovincial ya se alista la mudanza. Pero el trasteo no será general, ya que podrán mantener las agencias para la venta de boletos y envío o recepción de encomiendas.
Galo Cadena, presidente de Trans Esmeraldas, comentó que ya conocieron de la disposición y que colaborarán con la ANT. Sin embargo, espera que las terminales tengan las condiciones para operar sin inconvenientes.
También señaló que dentro de la institución se planifica el cierre de operaciones para que los usuarios no sean afectados.
Washington Salazar, dirigente de la Cooperativa Carlos Alberto Aray, ubicada en la calle Manuel Larrea y Caracas, indicó que lo único que solicitan es que no se dé preferencias a unas compañías sobre otras. “Lo malo sería que hicieran salir a unas cooperativas y a otras no”, acotó.
La suspensión de operaciones en estas oficinas era un tema pendiente desde el 2009, justamente cuando se cerró la antigua terminal terrestre de Cumandá. Actualmente a Quitumbe llegan 89 cooperativas y a Carcelén 20.
En contexto
El 9 de enero de este año se reformuló el reglamento de transporte interprovincial. Entre las aristas reformadas consta la salida de las llamadas miniterminales. También se hace referencia al servicio que se presta y a una evaluación del mismo.
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