10 años demorará la intervención en San Francisco

El techo de la cervecería de San Francisco cedió. Ahora se puede ver la madera que sostiene la estructura. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO

El techo de la cervecería de San Francisco cedió. Ahora se puede ver la madera que sostiene la estructura. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO

Inicialmente se intervendrá en los problemas estructurales como la humedad. Se rehabilitará la cervecería antigua.

Los sitios del convento de San Francisco que requieren de una intervención son 11, inicialmente. Ayer, 23 de abril, durante un recorrido que se realizó por este inmueble, que data del siglo XVI, se establecieron las acciones a ejecutar.

Las principales tareas se centrarán en combatir la humedad, restaurar los bienes muebles, la pila del claustro central, obras de arte, el cementerio, la biblioteca, iglesia y sus capillas. Adicionalmente, se prevé la habilitación de un restaurante, una cafetería, una cervecería antigua y fomentar la producción en un huerto.

En el recorrido estuvieron: Jorge Albán, vicealcalde de Quito: Alcira Sandoval, especialista de Cultura de la Unesco; Carlos Amendaño, fray superior del convento de San Francisco y otras autoridades del Municipio.

Ahí se confirmó la realización de la colecta para recaudar un millón de dólares, hasta abril del 2015, a través de la campaña Nuestro patrimonio, nuestra responsabilidad. La acción fue anunciada tras la celebración del Domingo de Ramos, en San Francisco.

Con estos recursos, más lo presupuestado por el Municipio para intervenir en esta estructura (USD 1,6 millones) se ejecutarán los trabajos considerados urgentes.

Sandoval mencionó que una de las principales acciones es combatir la humedad: las estructuras de la sacristía, la capilla del Altísimo y un cementerio se encuentran deteriorados. También hay pintura desprendida en murales y tumbados.

Otro de los sitios que presenta una afectación importante es el de la cervecería. El tumbado que era de chocoto y carrizos cedió. Se aspira convertir este lugar en un museo. Se mostrará la forma cómo los frailes preparaban la bebida y se abrirá un espacio para que degustarla.

Un taller, que funciona cerca del museo, también cambiará de uso. En este sitio, donde ahora reposan maquetas de belenes, se adecuará una cafetería.
Algo parecido se hará en el ala noroccidental del convento. Actualmente, el espacio sirve de bodega, pero será rehabilitado para crear un restaurante. El acceso será por la calle Cuenca. La idea es que se recuperen las recetas de los franciscanos.

Con estas acciones se pretende generar recursos económicos para preservar el patrimonio. La meta es que para el próximo año se puedan habilitar estos espacios. Todavía no se cuenta con inversionistas.

Según Sandoval, se calcula que para emprender todas estas acciones se requieren cerca de USD 5 millones. Por ahora, el primer paso es la campaña y los recursos que entregará el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP).

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