La capacidad del patio de retención de Las Cuadras está casi al tope. Ayer, solo había dos espacios libres. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
Las reformas al reglamento de la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial obliga a plantear nuevas reglas. En Quito se harán ajustes en las ordenanzas y se coordinará con las entidades municipales para aplicar las disposiciones vigentes.
Las acciones se enfocarán en actualizar las ordenanzas sobre revisión técnica vehicular anual para el transporte público y comercial -buses, taxis, camiones, busetas escolares-. Se regulará el uso excepcional de camionetas en la zona rural para el transporte de pasajeros, se colocará señalización con índices de velocidad en las vías y se gestionará para optimizar el espacio en los patios de retención de vehículos. Estas reformas realizadas mediante decreto ejecutivo son de cumplimiento obligatorio, explicó Darío Tapia, secretario metropolitano de Movilidad.
Para viabilizar algunos de estos cambios, hoy, en la sesión de Concejo está previsto tratar en primer debate las reformas para que el transporte público y comercial cumpla con la revisión técnica una vez al año, y no dos como era anteriormente. Ahí se establecerá un sistema de calendarización similar al del transporte particular. Es decir, los propietarios se presentarán en función del último dígito de la placa, entre febrero y noviembre. Se atenderá a un número por mes: en febrero a los uno, marzo dos, abril tres…
Esta normativa podría estar reformada en junio. Se requieren dos debates. Los dueños de las unidades que ya hayan cumplido con este procedimiento no se deberán presentar nuevamente, precisó Tapia.
La revisión anual por una sola vez no implicará una flexibilización en los controles. Para brindar seguridad a los pasajeros se analiza reforzar los operativos aleatorios y los chequeos que se hacen a los buses mensualmente como requisito para el pago de compensaciones, económicas mencionó Daniela Chacón, vicealcaldesa.
La Cámara de Transporte Urbano del Distrito Metropolitano aseguró también que las condiciones técnicas y mecánicas de los buses se garantizarán con los controles preventivos y correctivos.
Según la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT),
24 455 automotores, entre buses, taxis, camiones y busetas escolares cumplieron con este trámite en lo que va del 2016.
Para el uso, excepcional, de camionetas para llevar pasajeros incluso en la plataforma posterior, en la zona rural que no cuenta con transporte público, las autoridades municipales tienen previsto, en función de los estudios, iniciar procesos para regularizar el servicio de transporte de pasajeros. Pero no se permitirá llevar a personas en el balde. Actualmente, la modalidad que se autoriza es transporte mixto: carga en la parte trasera y personas en la cabina.
El uso de estos medios de transporte es frecuente en la zona rural: Píntag, Guayllabamba. Amaguaña, Selva Alegre… Por esto Gabriel Noroña, presidente de la Junta Parroquial de Píntag, dijo que es “justo” que se incluya en la norma. “La gente vive en zonas dispersas. Es preferible ir en el balde que caminar dos horas”.
La administración del espacio en los patios de retención vehicular tendrá otro giro. El Municipio estará en condiciones de subastar o chatarrizar las unidades que no hayan sido retiradas en el plazo de un año. Esto permitirá optimizar el uso de estos lugares.
Actualmente, en los nueve patios de retención de Quito están 2 341 automotores retenidos, cuando la capacidad total es para 1 900. Para determinar qué carros deberán salir se hará un análisis (ver infografía).
En las zonas escolares donde se redujo la velocidad máxima de 30 a 20 km por hora se hará las reformas necesarias. Lo mismo ocurrirá en el resto de las vías donde se deberá advertir los límites de velocidad. Para esto tienen un año de plazo.