Quito pasaría a semáforo amarillo 'modificado' a partir del 3 de junio; falta aprobación del COE Nacional

Una imagen de la avenida Maldona, en el sur de Quito, el martes 26 de mayo del 2020. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Una imagen de la avenida Maldona, en el sur de Quito, el martes 26 de mayo del 2020. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Una imagen de la avenida Maldonado, en el sur de Quito, el martes 26 de mayo del 2020. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Dentro de ocho días, Quito comenzará a flexibilizar las restricciones y pasará al semáforo amarillo. Así lo anunció el alcalde de Quito, Jorge Yunda, tras reunirse con el COE Metropolitano, ayer 26 de mayo del 2020.

La propuesta, que fue puesta a consideración del COE nacional, contempla aplicar un ‘amarillo modificado’, es decir, flexibilizar las medidas con ciertas restricciones para evitar una explosión del brote.

Yunda aseguró que el cambio es posible, tomando en cuenta que dentro de poco en Quito se podrán realizar 1 500 pruebas PCR cada día, lo que la convertirá en la ciudad con la capacidad de hacer el mayor número de pruebas por millón de habitantes en Sudamérica.

Dijo que la decisión la tomó basándose en las declaraciones del ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, quien aseguró que si bien el sistema sanitario está trabajando a su máxima capacidad, no se ha desbordado y no se desbordará.

La petición formal al COE nacional agrupa salvedades exclusivas para la capital, entre ellas la devolución al Municipio de Quito de la potestad para manejar y emitir los salvoconductos, y que el gobierno local asuma el manejo del cerco epidemiológico de la ciudad, en coordinación con el Ministerio de Salud.

Otros pedidos fueron que la reanudación del transporte público sea paulatina y controlada para evitar las aglomeraciones, y la continuidad de la metodología de teletrabajo para funcionarios públicos.

Asimismo, que la reactivación de actividades productivas sea con el 50% de su personal, siempre y cuando respeten los protocolos de seguridad, y
que la reapertura de locales comerciales sea bajo todos los criterios de bioseguridad y con el 30% de aforo de clientes. También cambia la hora del toque de queda: de 18:00 a 05:00.

Según el Burgomaestre, la decisión se tomó con parámetros técnicos y científicos.

Durante los últimos días, el Alcalde y los concejales recibieron a especialistas, académicos y gremios que expusieron sus argumentos.
Por un lado, empresas y cámaras pidieron una flexibilización de las medidas, y argumentaron que la economía está a punto de quebrar y que la gente no tiene qué comer.

Y por el otro, la academia y gremios médicos aconsejaron mantener la restricción ya que se podría generar un incremento de casos y el sistema de salud podría colapsar.

Ayer, la capital cumplió 70 días de confinamiento, día en el que según experiencias internacionales, las ciudades alcanzan su pico más alto de contagios. Tanto el Ministerio de Salud como la Secretaría de Salud del Municipio presentaron al Concejo informes de cómo ha sido el comportamiento de la epidemia en la ciudad.

Según el ministro Zevallos, a pesar del semáforo en rojo la gente viola las disposiciones, y hay cientos de infractores reincidentes, solo en mayo.
Según sus registros, más de la mitad de personas contagiadas de covid-19 en la capital no ha cumplido el aislamiento.

De 1 320 casos positivos analizados, 717 se han movido fuera de sus hogares o lugares donde debían guardar confinamiento (desde el 17 de marzo), lo que representa el 54,3%.

En promedio, los pacientes permanecieron 6,6 horas fuera de la cuarentena cada día, y recorrieron una distancia de casi 26 kilómetros.

Uno de los aspectos que más preocupa a los médicos es el aumento de fallecidos. Hasta el 13 de mayo hubo 114 fallecidos. Ayer 26 de mayo la cifra era de 251.

Por su lado, Zevallos dijo que no ha habido un aumento drástico de muertes. Mostró un promedio entre las defunciones de abril del 2019 y 2018 (916 muertes) y lo comparó con la cifra del 2020 (1 179); dijo que hubo un aumento del 22,3%. Lo mismo hizo con las estadísticas de mayo (636 decesos versus 860) y habló de un aumento del 26,1%. (NDLR: en realidad, los porcentajes corresponden al 28,7% y al 35,2%).

El ministro señaló que el aumento de defunciones en la capital durante la pandemia puede ser atribuible al virus.

Otra preocupación del gremio es la capacidad del sistema de salud de atender otro brote. Según el doctor Andrés Peralta, las cifras muestran que en la urbe la pandemia no está controlada, que el sistema sanitario no podría lidiar con un resurgimiento de nuevos casos, y hay serias fallas en el sistema de vigilancia epidemiológica, esto no permite detectar y manejar nuevos positivos.

El Ministro dijo que en la zona 9 (Quito) hay 46 establecimientos para triaje respiratorio, y que hay disponibilidad de camas. Mostró cifras: en los hospitales del Ministerio como en el IESS hay 587 camas, de las cuales 14 están disponibles. Las casas de salud cuentan con 166 UCI (Unidades de Cuidados Intensivos), de las cuales nueve están disponibles. Aclaró que las cifras corresponden al 24 de mayo y que varían.

Adicionalmente -dijo- se cuenta con la red privada, con 30 camas en una carpa en el Hospital Pablo A. Suárez, y con el Centro de Atención Temporal del Bicentenario con capacidad para 370 pacientes.

“Estamos capacitados para atender lo que pase en 3 o 4 semanas”, garantizó el Ministro.

El debate entre los concejales continuó. Varios ediles, entre ellos Bernardo Abad y Eduardo del Pozo, dicen que mientras las autoridades discuten un cambio de color la gente ya está en las calles, por lo que consideran que es necesaria una reactivación.

La edil Analía Ledesma propone que antes de cambiar de semáforo deben estar listos el sistema de transporte, el ingreso escalonado a trabajos y los protocolos en los establecimientos. Del Pozo sugiere que en lugar de controlar que los negocios no abran, se verifique que cumplan con las medidas de bioseguridad.

Para Gregorio Montalvo, director de Políticas y Planeamiento de la Secretaría de Salud, hay deficiencias en el modelo de vigilancia epidemiológica que deben ser corregidas.

El Burgomaestre aseguró que el Municipio está invirtiendo USD 10 millones para afrontar la emergencia. “Se han adquirido 100 000 pruebas PCR, se acondicionó el Centro Temporal, se ha contratado personal sanitario, se han comprado trajes de bioseguridad, también se realiza el manejo de cadáveres con estrictos protocolos”.

Además, se han adquirido 8 millones de mascarillas para entregar junto con 250 000 kits de alimentos, y están implementando una campaña agresiva de promoción sanitaria.

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