En la av. Amazonas y Naciones Unidas los vendedores ofertan todo tipo de productos, pasando por caramelos hasta programas para computadoras. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Grupos de vendedores autónomos, que no cuentan con autorizaciones para ejercer su actividad en espacios públicos, anunciaron que acudirían al Centro Histórico. Se concentrarán frente al Municipio, aprovechando la sesión del Concejo Metropolitano, prevista para este jueves 8 de octubre del 2015.
Al inicio de esta Alcaldía, había 12 000 vendedores capacitados, pero no tenían carné. Después de una evaluación se determinó que 4 000 serán carnetizados, según la Agencia Distrital de Comercio. Precisamente, desde el jueves 1 hasta el lunes 5 de octubre en las administraciones zonales se realizó el proceso de carnetización. Después de esto, los vendedores recibirán la credencial con una foto, número de cédula, la zona permitida para trabajar. Por eso desde las últimas semanas de septiembre del 2015, 400 policías metropolitanos realizan operativos en las calles, para recuperar el espacio público. De eso se quejan los vendedores que anunciaron protestas.
En el 2011 se expidió la Ordenanza 280, para regular el trabajo autónomo. Establece que el Municipio puede organizar, racionalizar y autorizar los sitios de venta y promover acuerdos con operadores de transporte. Los vendedores deben obtener permisos anuales.
Desde el mes anterior, la Secretaría de Seguridad coordina el desarrollo de operativos, para retomar el control de las calles, cuidar el espacio público.
Pese a los controles anunciados, en las calles todavía se observan vendedores.
Pasadas las 08:00, de lunes a viernes, en especial, en avenidas como la Amazonas y Naciones Unidas se encuentra a vendedores de todo tipo de productos, comestibles y no comestibles, en las aceras. Cerca de las 15:00 de ayer, miércoles 7 de octubre de 2015, se contabilizó a 15 comerciantes en esta zona.
Ventas en las calles de Quito
Pese a los controles municipales, en las calles de Quito todavía se observan vendedores. En la av. Naciones Unidas, en el norte; en la Gran Colombia, en el centro; en la 10 de Agosto los comerciantes ofertan desde caramelos hasta ropa. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Pese a los controles municipales, en las calles de Quito todavía se observan vendedores. En la av. Naciones Unidas, en el norte; en la Gran Colombia, en el centro; en la 10 de Agosto los comerciantes ofertan desde caramelos hasta ropa. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Pese a los controles municipales, en las calles de Quito todavía se observan vendedores. En la av. Naciones Unidas, en el norte; en la Gran Colombia, en el centro; en la 10 de Agosto los comerciantes ofertan desde caramelos hasta ropa. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Pese a los controles municipales, en las calles de Quito todavía se observan vendedores. En la av. Naciones Unidas, en el norte; en la Gran Colombia, en el centro; en la 10 de Agosto los comerciantes ofertan desde caramelos hasta ropa. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Pese a los controles municipales, en las calles de Quito todavía se observan vendedores. En la av. Naciones Unidas, en el norte; en la Gran Colombia, en el centro; en la 10 de Agosto los comerciantes ofertan desde caramelos hasta ropa. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Pese a los controles municipales, en las calles de Quito todavía se observan vendedores. En la av. Naciones Unidas, en el norte; en la Gran Colombia, en el centro; en la 10 de Agosto los comerciantes ofertan desde caramelos hasta ropa. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Los productos que ofertan son variados y van desde alimentos preparados en carros móviles hasta prendas de vestir. Cada uno lo promociona de forma diferente, unos abordan al transeúnte, otros anuncian a gritos sus artículos y algunos solo esperan. El objetivo es el mismo: atraer la atención de posibles compradores.
Un buen grupo de comerciantes, alrededor de 300, según la Agencia, trabaja en medios de transporte. Carlos L. de 25 años, por ejemplo vende turrones en el sector del Quicentro Shopping. Cerca de las 11:00 aproximadamente opta por cambiar de sector y sube en los buses hasta llegar a la avenida 12 de Octubre. “En esta zona hay más compradores, los estudiantes de universidades y escuelas”, dice Carlos mientras guarda sus productos.
Desde mediados de septiembre de este año hay 400 policías metropolitanos destinados a controlar el espacio público de la ciudad. De estos, 180 permanecen en el Centro Histórico y el resto controla el resto de la urbe.
Para Carlos los controles de los policías metropolitanos constituyen un impedimento para su trabajo ya que no solo les retiran de las calles sino también les quitan los productos. “Si nosotros tuviéramos dinero arrendaríamos un local, pero la situación económica nos lleva a las calles”, manifestó el comerciante informal.
Roberto C., de 40 años, no forma parte de este grupo que accederá al carné. Él espera que el Municipio permita que más vendedores puedan trabajar en las calles libremente o que se les reubique en una zona comercial. “Para nosotros es una situación complicada ya que un día llevamos comida para las casas y otro no, ya que si nos quitan las cosas que vendemos perdemos y no podemos pagar las deudas”, dice Roberto mientras acomoda las carteras que vende por la calle Corea.
En varias zonas de la ciudad se observan ventas en la calle. En la avenida Colón, en el centro norte, hay puestos de comida. Se ofertan desde plátanos asados hasta empanadas con café. Este es un punto estratégico en las mañanas y las tardes, ya que las personas se concentran en este sector después de salir de trabajar.