Los estudiantes de ocho colegios bailaron y tocaron para el Corazón de Jesús

Imagen del Corazón de Jesús en la procesión llevada a cabo el domingo 19 de junio del 2016 en el Centro Histórico de Quito. Foto: Betty Beltrán/ EL COMERCIO

Imagen del Corazón de Jesús en la procesión llevada a cabo el domingo 19 de junio del 2016 en el Centro Histórico de Quito. Foto: Betty Beltrán/ EL COMERCIO

Imagen del Corazón de Jesús en la procesión llevada a cabo el domingo 19 de junio del 2016 en el Centro Histórico de Quito. Foto: Betty Beltrán/ EL COMERCIO

La procesión al Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María comenzó puntual. A las 10:00 de hoy, domingo 19 de junio, la banda de paz de la Unidad Educativa San Pedro Pascual abrió la marcha por la empinada calle García Moreno.

Salieron desde la Basílica del Voto Nacional (García Moreno y Carchi) hasta llegar a la Rocafuerte, luego Venezuela y regresar finalmente la Basílica para la eucaristía prevista para las 12:00.

En una camioneta azul se había arreglado la imagen de María Inmaculada. Los fieles, apostados en las veredas, lanzaban chagrillo (pétalos de flores) al paso de la imagen. También rezaban el avemaría y el padrenuestro, oraciones que se escuchaban desde un parlante ubicado en otro carro que también era parte del cortejo organizado por los padres de la orden de los Oblatos, custodios de la Basílica.

Procesión al Cortazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María llevada a cabo el domingo 19 de junio del 2016 en el Centro Histórico de Quito. Foto: Betty Beltrán/ EL COMERCIO

El Ecuador fue, el 25 de marzo de 1873, el primer país en el mundo que se consagró oficialmente al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María. Esto se hizo en la Presidencia de Gabriel García Moreno.

La caminata continuo su marcha con la participación de grupos juveniles, bandas de paz, diferentes delegaciones de colegios católicos y entidades públicas y privadas que, año tras año, se unen para honrar la consagración anual. Esta peregrinación se realiza desde hace 35 años.

Procesión al Cortazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María llevada a cabo el domingo 19 de junio del 2016 en el Centro Histórico de Quito. Foto: Betty Beltrán/ EL COMERCIO

Hasta los adultos mayores del CEAN bailaron en la procesión. Vestidas de cayambeñas, las mujeres rindieron su homenaje al Corazón de Jesús. Al son de la música interpretada por la banda de la FAE.

Detrás venía la banda de paz del Fernandez Madrid y el Grupo de Danza Itchimbia acompañados con las bandas del Ejército, Colegio Simón Bolívar, Colegio Salesiano Don Bosco y la Policía Nacional.

También estuvieron presentes la Unidad Educativa Santa Dorotea con sus bastoneras y banda de paz, el Colegio Emaus -de Fe y Alegría- con la banda del Municipio de Quito. Se unieron la Unidad Educativa Francisca de las Llagas y el Liceo Matovelle.

Cerraba la procesión una motobomba de los Bomberos que llevaba el cuadro insigne del Corazón de Jesús. Iba muy bien custodiado por uniformados del Ejército y Policía Nacional.

Procesión al Cortazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María llevada a cabo el domingo 19 de junio del 2016 en el Centro Histórico de Quito. Foto: Betty Beltrán/ EL COMERCIO

Tras la peregrinación, los fieles ingresaron a la Basílica para celebrar la misa, a partir de las 12:00, que estuvo dirigida por el arzobispo de Quito, Fausto Trávez.

Cada años se suman más devotos y se ha tratado de vincular a la juventud para hacerles despertar y entender el significado profundo de esta celebración, comentó el padre José Caamaño, director de la Basílica del Voto Nacional.

Agregó que todo este mes de junio se realizará la celebración al Corazón de Jesús, la cual arrancó el 25 de mayo (día que comenzó la novena).

Procesión al Cortazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María llevada a cabo el domingo 19 de junio del 2016 en el Centro Histórico de Quito. Foto: Betty Beltrán/ EL COMERCIO

Procesión al Cortazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María llevada a cabo el domingo 19 de junio del 2016 en el Centro Histórico de Quito. Foto: Betty Beltrán/ EL COMERCIO

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