El 24 de octubre, el paso deprimido del sector de la Y se inundó por la fuerte lluvia. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
El aguacero y la granizada que soportó el sur de Quito el jueves, 26 de octubre del 2017, mostró la vulnerabilidad de la ciudad frente al invierno. ¿Está la capital preparada para afrontar las lluvias?
Gabriel Cortez, jefe de seguridad de la UDLA, considera que para responder esa pregunta, se debe evaluar la situación desde dos ángulos: la prevención y la reacción. En la primera, dice, aún nos falta mucho por hacer. En la segunda, estamos muy bien preparados.
Cortez indica que es importante tener en cuenta cómo es Quito: lleno de niveles y desniveles que aumentan la velocidad del agua.
Además, dice que se debe tener en cuenta que el sistema alcantarillado de la ciudad fue construido para cierto número de habitantes pero debido al crecimiento de la población y a los asentamientos en zonas altas, ahora resultan insuficientes. El criterio es compartido por Agua de Quito, por lo cual se tiene planificado para este año invertir USD 27 millones en obras para aliviar la saturación de cuatro colectores.
Cortes advierte la realización de obras de mitigación por parte de las autoridades, pero insiste en que los ciudadanos aún continúan arrojando basura a las alcantarillas. “La gente construye y coloca los materiales en las veredas. Luego la lluvia arrastra la tierra, el ripio y demás materiales a los sumideros y los tapona”, señala.
Sentencia que quien no está lista para afrontar el invierno es la gente. Además hace falta mejorar el control para evitar asentamientos en zonas peligrosas.
Con él coincide Alfredo Aguirre, experto en seguridad y riesgos, quien añade un componente más: el clima anormal.
Aguirre indica que si a los aspectos citados, se suma un temporal fuera de lo normal, el resultado es una emergencia.
Asegura que las precipitaciones de las últimas lluvias sobrepasan las esperadas, son mayores a las que históricamente se presentan en está época, por lo que el sistema resulta insuficiente.
Ambos expertos aseguran que en cuanto a reacción una vez presentada la emergencia, la ciudad se encuentra preparada.
Cortez sostiene que la respuesta del COE Metropolitano es rápida y se basa en una planificación.
Aguirre insiste en que es preferible trabajar para evitar la emergencia, y eso se logra con pretensión y control.
Por su lado, el Municipio señaló que intensifica limpieza de sumideros. Agua de Quito informó que se trabaja en medidas preventivas y continuas ante la época invernal.
Los trabajos comprenden la remoción, retiro y desalojo de sedimentos y basura que se acumula especialmente en los sumideros, en bocas y rejillas de entrada del agua, durante las 24 horas.
Agua de Quito informó que esta semana se limpiaron los sumideros ubicados en los pasos deprimidos de la Y, av. La Prensa, 6 de Diciembre, 10 de Agosto y Av. Amazonas, ubicado cerca al antiguo aeropuerto Mariscal Sucre.
Un comunicado del Municipio informó que cuando la ciudad soporta precipitaciones fuertes, como la registrada justamente este jueves, el sistema de alcantarillado está expuesto a la acumulación de grandes cantidades de agua. Aquello con la presencia de basura y desperdicios son los causantes del colapso de las alcantarillas.
Piden el apoyo de la gente para que no arrojen basura, escombros y material sólido en las aceras o vías de la ciudad ya que esto ocasiona que por la fuerza del agua o del viento se depositen en los sumideros.