El joven de 23 años caminaba por la calle Morales, conocida como la Ronda, cuando fue interceptado por un grupo de personas, quienes lo habrían herido. La víctima murió desangrada. Foto: Sara Ortiz/ EL COMERCIO
Sobre el empedrado de la calle Morales todavía son visibles unas manchas marrones. Esa turística calle conocida como La Ronda, ubicada en el Centro Histórico de Quito fue el escenario de un asesinato. Sucedió a las 01:00 del sábado 27 de febrero del 2016, justo cuando decenas de personas paseaban en ese lugar.
Dos días después, la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased), ya tiene un detenido. Según las primeras investigaciones, la víctima fue identificada como Franklin Bolaños, de 23 años. El joven caminaba por la calle Morales, a la altura de la Paredes, cuando fue interceptado por un grupo de personas, quienes lo habrían herido. Aparentemente se trató de una riña.
Su cuerpo presentaba tres heridas de cuchillo. El primero en la región escapular en el costado izquierdo, y dos a la altura del cuello, del mismo lado.
El joven se desangró en la calle, pero según testigos estaba con vida cuando fue traslado en ambulancia hacia el Hospital Eugenio Espejo, en esa madrugada. “La Policía llegó y cercó toda el área, desde el puente. Los turistas que estaban en la calle prefirieron irse por temor”, asegura Cristian S., propietario de un café-bar. Él, además, comenta que a pesar de que los turistas visitan todas las noches esa zona, también hay presencia de ladrones y expendedores de droga. “Queremos más vigilancia”, dice.
Dos días después no es el único que tiene temor en el barrio. El propietario de un local de artesanías detalla que en los últimos meses ha crecido las ventas ambulantes y que hay gente que se camufla entre estas personas para robar celulares y carteras. “Esto del apuñalado nos afecta muchísimo al turismo y nuestra propia tranquilidad”, asegura el morador.
Según la Dinased, el supuesto autor del crimen fue detenido la mañana de este lunes 29 de febrero cerca del exterminal terrestre Cumandá. Las prendas que llevaba presentaban varias manchas rojas. Eso levantó las sospechas de los investigadores y tras interrogarle admitió haber sido el causante de dicho asesinato e incluso condujo a los agentes hacia el sitio donde escondió el arma utilizada.
La audiencia de formulación de cargos se realizará esta tarde y allí se presentará la autopsia. El documento señala que la causa de la muerte fue una hemorragia aguda de la carótida y la yugular.