La carga vehicular en la avenida Amazonas, norte de Quito, fue similar a la de otros días. Foto: El Comercio
Las vías de la ciudad tienen una carga vehicular similar a la de todos los días. Este 22 de septiembre, que se celebra el Día Mundial sin Auto, en las avenidas y calles principales la carga de vehículos es moderada.
Durante un recorrido realizado desde la Quito Sur, en el sur, hasta Iñaquito, en el norte, se evidenció que las vías eran usadas de manera habitual.
A la altura del paso deprimido de la avenida Francisco de Orellana, en el norte, se formó una fila de automotores en sentido norte-sur, a las 10:45. Más al norte, en la calle Alfonso Pereira, otro grupo de conductores aguardaba el cambio del semáforo para incorporarse a la avenida Amazonas.
Liseth Castañeda, quien caminaba por la avenida Amazonas, comentó que la iniciativa de dejar el auto y buscar otros medios de transporte para movilizarse no tuvo mayor aceptación. “Las calles lucen iguales. Hay la misma congestión vehicular”.
En el recorrido que Castañeda realiza cada mañana en bus, desde la Mitad del Mundo a Iñaquito, se presentó congestión vehicular en el mismo punto: en El Condado. El viaje demoró 40 minutos.
El parque automotor en Quito asciende a 500 000 unidades, según la Secretaría de Movilidad. En promedio, en un día laborable en la urbe se hacen 4,2 millones de viajes.
Nicolás Miranda, quien se moviliza en bicicleta para visitar a sus clientes, mencionó también que no veía cambios mayores en el tránsito vehicular de Quito. En La Y hubo el trancón de todos los días. Él cree que la gente no conoce los beneficios de optar por otros medios de transporte. “Los carros generan más contaminación, hacen ruido, producen esmog”.
La falta de líneas de transporte público, la inseguridad, la incomodidad de viajar en bus fueron algunas de las excusas de los conductores para no sumarse a esta iniciativa de dejar el vehículo y movilizarse en otros medios.
Víctor Moya, quien acudió a realizar un trámite en una entidad bancaria, en el norte, dijo que desde La Tola no hay una línea de bus que le traiga a la avenida Amazonas de manera directa. No le gusta hacer transbordos.
Alexis Salazar, morador de Llano Chico, mencionó que no se enteró de esta celebración. Además comentó que viajar de Llano Chico hasta Iñaquito le toma una hora con treinta minutos. En su vehículo realiza el mismo recorrido en 40 minutos. En el trayecto sortea la congestión de Carapungo, Las Palmeras, El Inca, la Gaspar de Villoarroel. “Los buses vienen llenos y a veces es inseguro”.
Rogelio Noguera, otro conductor, comentó que para hacer sus gestiones le resultaba más conveniente utilizar su carro. Venía desde Carcelén con tres personas y pensaba que en bus el viaje era más complicado.