La ceremonia de proclamación de los abanderados del Colegio Mejía se desarrolló en el estadio del plantel. Foto: Mariela Rosero/ EL COMERCIO
Aldryn Montalvo, de 17 años, fue proclamado abanderado del pabellón nacional en el Colegio Mejía. Foto: Mariela Rosero/ EL COMERCIO.
Brenda Cepeda es la abanderada del Colegio Cardenal de la Torre. Foto: Mariela Rosero/ EL COMERCIO
Michael Altamirano fue el joven abanderado del Liceo Matovelle. Foto: Mariela Rosero/ EL COMERCIO
Este jueves 26 de septiembre del 2014, Aldryn Montalvo, de 17 años, fue proclamado abanderado del pabellón nacional en el Mejía, en una ceremonia que duró algo más de dos horas en el plantel ubicado en la calle Vargas, en Quito.
Esta mañana, los estudiantes de tercero de bachillerato juraron la bandera. Quienes alcanzaron los mejores puntajes de octavo de Educación General Básica hasta tercero de bachillerato fueron nombrados abanderados del pabellón nacional, del de Quito y de cada uno de sus establecimientos. Cada uno con dos escoltas.
En el Mejía, los acordes de la banda estudiantil fueron el marco del programa, en el que participaron también los alumnos de décimo de básica. En uno de los graderíos, un grupo de chicos dio forma a las banderas amarillo, azul y rojo, del Tricolor. Y la de Quito, azul y rojo.
En el estadio de la institución se recibió a familiares, maestros y estudiantes. Los padres del abanderado, Ramiro Montalvo y Marianela Velasteguí aplaudían a su hijo desde la tribuna. Lo hicieron junto a otros padres de alumnos destacados.
Aldryn estudiará algo relacionado con la Nanología en la Universidad San Francisco de Quito, contaron sus padres, que recibieron la noticia el viernes pasado.
Además de la proclamación de los abanderados, en el Mejía se desarrolló el juramento colectivo. Les dijeron: “señores y señoritas estudiantes, ¿ juran por su honor, dignificar la
bandera, ser promotores de la paz y el desarrollo?” Y todos gritaron: “sí juramos”.
En otro establecimiento de la zona, el Liceo Matovelle de Quito, también hubo un programa especial. Michael Altamirano, de 16 años, recibió la bandera nacional. El chico cumplió hace un par de meses 16 años, por lo que ha decidido tomarse un tiempo para prepararse antes de rendir el Examen Nacional para la Educación Superior, que le garantiza un cupo para ingresar a la universidad. Quiere ser Ingeniero de Sistemas. Sus padres y su hermana de tres meses, Selena, acudieron. En un corto discurso, Michael agradeció a su familia pero también a sus 20 compañeros de paralelo.
En el Cardenal de la Torre, ubicado frente a la iglesia de la Basílica, las autoridades leyeron los resultados. Brenda Cepeda es la abandera del período 2014- 2015. Su promedio fue de 9,3. Sus padres Marcelo Cepeda y Carolina Hernández se sentían orgullosos. El martes recibieron una carta en la que les contaban la noticia. Celebraron con un brindis en el colegio. Brenda planea estudia Psicología Industrial en la universidad. Pero antes seguirá preparándose pues desea ser la mejor egresada de este ciclo lectivo.