En Catzuqui de Velasco, en el noroccidente de Quito, las personas que deben salir del poblado esperaran en la vía principal hasta que pasen conductores de camionetas. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
En las zonas periféricas de Quito, el uso de camionetas para movilizar pasajeros es frecuente. Ante la falta de unidades de buses de manera permanente las personas que requieren salir a realizar sus gestiones abordan este tipo de unidades.
En Catzuqui de Velasco, en el noroccidente del Distrito, las personas que deben salir del poblado están acostumbradas a esperar en la vía principal hasta que pasen conductores de camionetas. Según la demanda de usuarios se suben al interior u ocupan el balde.
Fuera de las horas pico, de 06:00 a 07:00, en Catzuqui de Velasco las personas no tienen otra opción. Los buses que prestan el servicio en el sector trabajan solo en horas determinadas. Mariela Moya, moradora del sector, comentó que los vecinos están acostumbrados a movilizarse en estos medios. En la zona -dijo que- no hay una línea de buses regular. “La gente baja a veces en el balde, aunque es peligroso”.
Kevin Cifuentes, otro morador, quien este 16 de junio estaba esperando una camioneta para bajar hasta la avenida Mariscal Sucre, mencionó que tenía urgencia para llegar a su colegio. Eran las 08:00 y en la zona no había ninguna unidad de transporte disponible. Empezó a caminar por la vía principal hasta divisar alguna camioneta. “Ir en el balde es incomodo, hace viento y se levanta el polvo. Pero no tengo otra salida”, comentó Cifuentes.
El uso de camionetas para transportar pasajeros en zonas rurales donde no es accesible el servicio de transporte público por el estado de las vías, está permitido excepcionalmente, según las reformas al reglamento de Ley de Tránsito. En la normativa se establece incluso que los pasajeros podrán viajar en el balde de las camionetas.
Por la excepcionalidad de esta disposición, este tipo de servicio se prestará, mientras los órganos competentes hagan las mejoras necesarias para que el servicio de transporte público cubra estas zonas.
Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO