La infraestructura para circular en sentido sur-norte por la Eloy Alfaro está construida, pero aún no se habilita el paso vehicular. Foto: Mayra Pacheco / EL COMERCIO
La circulación vehicular en la zona donde se construye el intercambiador de las avenidas Eloy Alfaro y De los Granados, en el norte de Quito, aún es restringida. Los conductores que vienen desde el redondel de El Ciclista, deben avanzar en contraflujo. Utilizan ambos carriles de la Granados para dirigirse hacia el sur o norte, por la Eloy Alfaro.
Los conductores que vienen desde la Eloy Alfaro en sentido sur norte, en cambio, pueden llegar solo hasta la altura de la calle Queri. De ahí es necesario tomar rutas alternas. En el lugar los obreros continúan con la ejecución de la infraestructura. Hay tramos cercados con cintas de seguridad. Para los peatones se habilitaron zonas delimitadas.
Felipe Serrano, quien se dirigía hacia La Carolina, comentó que circular en vehículo por la zona era complicado. Por eso consideró que se deberían habilitar más rutas para poder movilizarse.
Mauricio Carrera, encargado de la Fiscalización de la obra, mencionó que el paso en superficie para avanzar por la Eloy Alfaro, en sentido sur-norte, está concluido. Pero previo a su habilitación se debe coordinar con la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT). Por ahora no se cuenta con una fecha tentativa.
Para abrir el paso por la Eloy Alfaro, en sentido sur-norte, se requiere buscar mecanismos para desfogar el tránsito que viene desde la Simón Bolívar con dirección a la Eloy Alfaro, rumbo al sur.
Actualmente Cristian Hernández, agente civil de tránsito quien orientaba este 5 de septiembre a los conductores en esta zona, comentó que el contraflujo en la De los Granados facilitaba el paso de las personas que vienen desde El Ciclista. Por esto, mencionó que antes de abrir el paso por la Eloy Alfaro sur-norte hay evaluar los posibles impactos en la movilidad.
Toda esta obra se encuentra planificada que concluya para fines de año. El avance de trabajos es de alrededor del 29%. En el lugar se cuenta con 120 trabajadores. Ellos se encargan, por ahora de construir el paso deprimido.