El bulevar comunica la estación del Metro del Labrador con el Centro de Convenciones Bicentenario. Foto: Ana María Carvajal / EL COMERCIO
Las aguas saltarinas son el principal atractivo en el nuevo bulevar Amazonas, en el norte de Quito. La gente aprovechó el calor de este soleado sábado 11 de noviembre del 2017.
La mayoría de visitantes apenas conocía el nuevo espacio de recreación que fue inaugurado recientemente y aliviaban el calor con cada chorro de agua que caía en ambos extremos del nuevo bulevar.
Los niños y las mascotas fueron los que más disfrutaron de los refrescantes chorros que salían del túnel de agua del lado norte y de la pileta dinámica del lado sur.
El bulevar tiene el objetivo de comunicar la estación del Metro del Labrador con el Centro de Convenciones Bicentenario y que ofrece varias opciones de recreación.
Desde la avenida Isaac Albéniz, hacia el norte, se puede ciclear, caminar, hacer ejercicios en máquinas y jugar en el área para los niños. El bulevar abarca un área de 15 000 metros cuadrados y atrae a los visitantes también por su decoración y espacios para el descanso.
Foto: Ana María Carvajal / EL COMERCIO
Además de los juegos de agua, un letrero tridimensional con la palabra Quito era el elegido de los paseantes que esta mañana se detenían para posar para fotos dentro de cada letra.
Lo mismo ocurría con una escultura metálica que representa a un cóndor o con las jardineras que decoran el bulevar. Aunque para refrescarse la gente contaba con bebederos para rellenar sus botellas de agua, algunos preferían disfrutar del sabor de los granizados que un vendedor les ofrecía.
Según el Municipio, en el lugar hay especies como guabos, algarrobos, cholanes, entre otras especies de árboles, además de plantas ornamentales. La idea es que estas plantas ayuden a mejorar las condiciones ambientales de la ciudad.