La Quinta

Un fantasma recorre América Latina...  Un  joven de Alianza País me pregunta: ¿qué es esto de la V Internacional de los socialistas del siglo XXI, que tanto asusta? Antes ya hubo la internacional liberal, con su organización clandestina, la masonería. Le debemos la Independencia, los estados nacionales, el laicismo, la democracia representativa.

La Internacional de los Trabajadores se fundó a mediados del siglo XIX. Unió a los proletarios, que carecían de derechos políticos y sindicales. No tenían patria. Juntó a socialistas, comunistas y anarquistas. Su esplendor y  fin llegaron con un “asalto al cielo”,  la Comuna de París de 1871.

La II contaba con partidos socialistas y sindicatos obreros al fin legalizados. En ella pugnaban dos corrientes: la reformista y la revolucionaria. Se quebró en 1914, cuando al comenzar la I Guerra muchos renunciaron al internacionalismo para convertirse en patriotas.

La III fue de los comunistas. Lenin y Trotsky creyeron que la insurrección en Rusia era solo el inicio de la revolución europea. Al final, todo concluyó en el socialismo en un solo país y el autoritarismo estalinista. El comunismo soviético acabó con el internacionalismo y con el pensamiento crítico.

Al luchar entre ellas, la II y la III facilitaron el ascenso del nazismo y del fascismo. Para enfrentar a Stalin, Trotsky se inventó la IV. Su joya fue Vanessa Redgrave.

De la II Guerra Mundial resurgió la Internacional socialdemócrata. A esta pertenecieron algunos partidos de América Latina (APRA, ID). Conservaron ciertos tintes de reforma social, digamos, keynesianos. Terminaron en un tibio liberalismo o a la cola de Bush (Blair).

Hoy llega Chávez y proclama la V,  populista y nacionalista. Para combatir al imperio, invoca nada menos que a Idi Amín, el carnicero de Uganda, y al Chacal, el terrorista mercenario. ¿Invitará a los prestamistas del PC chino, creadores de un capitalismo estatal semiesclavista? ¿A los herederos del autoritarismo soviético y la KGB? Convocará, desde luego, a Ortega y Ahmadinejad. Patiño aplaude…

Otros se asustan de los leninistas sesenteros que, dicen, están en el Buró, de los tardíos teólogos de la liberación, de aquellos que aprendieron a cantar al Che en las salsotecas, de los tecnócratas que veneran al Plan y la Matriz. ¿Imaginan a Alvarado, Mera y Panchana en la V Internacional?

Derrida habló de una V Internacional de hecho, que no necesitaba de una organización única, en la que confluirían aquellos que luchan por la democracia, siempre por venir. Pero antes hubo aquí otro intento, el de la revista Pedrada Zurda, que en homenaje póstumo al poeta Cisneros creó su propia V Internacional. ¡Ah, los utópicos poetas proletarios, siempre a destiempo!

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