Con puntaje referencial se analiza la posibilidad real de obtener cupos

Belén Limaico, de 18, está a la expectativa de conocer la nota final con la que podría pelear por una plaza. Su puntaje es bajo, cree. Foto: archivo particular

Belén Limaico, de 18, está a la expectativa de conocer la nota final con la que podría pelear por una plaza. Su puntaje es bajo, cree. Foto: archivo particular

Belén Limaico, de 18, está a la expectativa de conocer la nota final con la que podría pelear por una plaza. Su puntaje es bajo, cree. Foto: archivo particular

Su sueño es estudiar medicina en la Universidad Central. Pero sabe que en este segundo semestre del 2020 no será admitida. Belén Limaico sacó esa conclusión al conocer su nota del Examen de Acceso a la Educación Superior (EAES) y calcular cuál sería su puntaje final de postulación, que incluye la nota de grado.

La joven de 18 años obtuvo 837 de 1 000 puntos en el EAES y se graduó de bachiller con un promedio de 8,68 sobre 10. Eso significa que postularía con una nota de 849.

El puntaje referencial, de anteriores procesos, para medicina en la Central ha sido 940. Así consta en el buscador de oferta académica, publicado ayer por la Secretaría de Educación Superior (Senescyt).

Ese puntaje varía de acuerdo con la universidad y la modalidad. Por ejemplo, a la misma carrera de medicina se podría ingresar con 892 en la U. de Guayaquil. Igual en economía, la nota referencial es 737 en línea, en la ESPE. Mientras, en la Técnica de Machala llega a 902, de manera presencial.

Hasta el cierre de esta edición la Senescyt no había informado sobre el número de cupos disponibles para el actual período. En el proceso, correspondiente al primer semestre de este año, hubo 113 072 plazas.

Los postulantes esperan saber si en este período ese número se mantendrá, aumentará o disminuirá, ya que por la crisis del covid-19, las universidades públicas tienen menos presupuesto. En este período dieron el examen 163 000 personas. Pero suelen sumarse de otros años.

En el caso de la Central, por ejemplo, el recorte fue de cerca de USD 11 millones, lo que incidió en la oferta. “Tener más estudiantes implica contratar más docentes”, señaló la vicerrectora académica, María Augusta Espín. 6 936 cupos hubo en el semestre 2019-2020; 5 580 en el período 2020-2020 y en el 2020-2021 serán 4 385.

En la Politécnica Nacional se mantendrán los 1 500 cupos, informó su Vicerrectorado.

Esta semana, Kayna Pinos planea postular para medicina y para rehabilitación. Sabe que su nota de 865 no le alcanza para la U. Central, así que espera encontrar una opción en el buscador de oferta.

Ella y todos los postulantes podrán elegir hasta cinco opciones de carreras. “Es importante que se replanteen los estereotipos de éxito, que ubican a unas profesiones sobre otras”, sostiene Lorena Araujo, quien dirigió el Sistema Nacional de Admisión hasta el 2015 y fue subsecretaria de Educación Superior hasta el 2017.

Se refiere a que es usual que se elija, por ejemplo, como primera opción administración, como segunda medicina y otra tercera conocida. Araujo recomienda identificar habilidades y encontrar en el futuro profesional, la realización de un proyecto de vida. “Si no es medicina puede ser biología”.

Sin embargo, Araujo reconoce que es la política pública la que permite formar las condiciones para que los chicos tomen decisiones. “No puede entenderse como un acto individual de su parte, si no hay la cantidad suficiente de cupos o un empate entre el perfil de ingreso y de salida”.

Es necesario -dice la exsubsecretaria- definir una política nacional de educación media y superior que permita una evaluación del examen estandarizado, estableciendo un sistema de postulación que reconozca la realidad educativa contextualizada de los aspirantes. Además, opina, se requieren programas de orientación vocacional.

En los últimos periodos, las carreras más demandadas siguen siendo, además de medicina, administración de empresas, enfermería, derecho y contabilidad.

En esa línea, para decidir qué estudiar, lo primero es revisar la oferta, indica Francisco Rosero, orientador vocacional de la UDLA. Y mirar el campo laboral y estudiar la malla curricular. “Así el joven determinará su afinidad con la carrera”.

Aunque los chicos pueden elegir cinco carreras de cualquier rama, el especialista recomienda que todas tengan alguna conexión entre sí. Por ejemplo, precisa, si lo que se busca es una profesión asistencial relacionada con el área de salud las opciones podrían ser medicina, fisioterapia, enfermería y veterinaria.

Para este período hay 310 carreras disponibles. El 27% está en el campo de las ciencias sociales, educación comercial y derecho; el 18% en la ingeniería, industria y construcción. El 17% en lo educativo; 13%, en las ciencias; 8% en salud.

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