Testeo para covid-19 en los dos cantones de la provincia Tsáchila se retomará con 15 000 pruebas rápidas

Los pacientes infectados de coronavirus son atendidos en el hospital Gustavo Domínguez en Santo Domingo de los Tsáchilas. Foto : EL COMERCIO

Los pacientes infectados de coronavirus son atendidos en el hospital Gustavo Domínguez en Santo Domingo de los Tsáchilas. Foto : EL COMERCIO

Los pacientes infectados de coronavirus son atendidos en el hospital Gustavo Domínguez en Santo Domingo de los Tsáchilas. Foto : EL COMERCIO

Con 15 000 pruebas rápidas para la detección de anticuerpos contra el covid-19 se reanudará el testeo en los cantones Santo Domingo y La Concordia, en el occidente del Ecuador.

Las autoridades del Gobierno Provincial avanzan en la contratación de los kits y reactivos para empezar ese trabajo con brigadas médicas.

Estas labores ya se hicieron en los primeros meses de la pandemia en la capital provincial y permitieron conocer el comportamiento del virus en las zonas más vulnerables.

El Municipio conformó equipos de trabajo con médicos, personal de enfermería y trabajadores sociales para atender a los contagiados, lo cual incidió en los controles para contener el avance de los casos.

Ahora la Prefectura busca seguir esa metodología con la finalidad de conocer a la población que ha creado inmunidad y las zonas donde aún persisten los contagios.

La compra de las pruebas rápidas se hace con un crédito no reembolsable que dio el Banco de Desarrollo del Ecuador al Gobierno Provincial, para apoyar la gestión sanitaria del Ministerio de Salud en esta provincia.

El proceso de adquisición de los test ya está en el portal de compras públicas y se hizo mediante la modalidad de contratación de subasta inversa electrónica, por un monto de USD 165 000.

La empresa que fue adjudicada para proveer las pruebas rápidas ha sido observada en el marco de este proceso.

Los reclamos son porque se trata de una firma dedicada a la comercialización de electrodomésticos al por menor y arrastra un antecedente comercial por venta de pollos a la brasa, empanadas y otros productos.

Estos señalamientos los hizo otra empresa que llegó a la etapa de la puja junto con la ahora adjudicada. El representante de Medilabor pidió al Servicio de Contratación Pública (Sercop) que interviniera, por lo que pudiera ser una adjudicación con inconsistencias.

“No comprendemos cómo se puede habilitar y aceptar a una empresa que vende electrodomésticos cuando lo que se solicita son insumos médicos, esto pone en grave riesgo a la población de Santo Domingo ya que no se sabe qué tipo de producto se comercializa”.

La empresa Tomo Medical hizo un reclamo en similar tono y pidió al Sercop que suspenda el proceso por falta de transparencia.

La Prefectura respondió ante estos señalamientos argumentando que la empresa adjudicada cumplió con los requisitos mínimos y especificaciones técnicas validadas por el Ministerio de Salud, experiencia general específica y requisitos sanitarios.

En el oficio donde constan esos argumentos se cita una serie de parámetros, entre esos, permisos otorgados por el Arcsa.

La entidad provincial asegura que además fue la mejor oferta que se observó durante la puja y por eso se optó por esa. Su planteamiento económico inicial fue de USD 176 250 y el final por USD 165 000.

La otra empresa, en cambio, empezó con USD 221 000 y terminó con USD 194 524. En compras públicas aún no hay constancia de la firma de este contrato, pese a que la normativa dice que se debe hacer 15 días después de la adjudicación.

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