Los comerciantes del centro de Cuenca se opusieron al cierre de un tramo de la vía para ejecutar las obras del tranvía de la capital azuaya. Foto: Lineida Castillo/ EL COMERCIO
Una vez más, este miércoles 2 de marzo del 2016, los propietarios de los negocios ubicados en la calle Gran Colombia, en el Centro Histórico de Cuenca, en el sur del Ecuador, impidieron el cierre de un tramo de esa vía para iniciar las obras civiles en un nuevo frente de trabajo del tranvía Cuatro Ríos.
Cerca de las 09:00, el contratista llegó a la intersección de la calle Gran Colombia y Luis Cordero, con un camión que transportaba vallas metálicas. Desde ese punto se iba a cerrar la Gran Colombia con dirección oeste, hasta la Juan Montalvo, es decir cinco cuadras.
Pero enseguida los comerciantes salieron de sus negocios con carteles en mano y gritando consignas como “obras empezadas, obras terminadas”, “todos los cuencanos somos afectados”, “muéstrenos el cronograma”. Esta obra la ejecuta el Municipio de Cuenca, desde noviembre del 2013.
Ellos exigen a las autoridades municipales y del proyecto Tranvía que les presenten el último cronograma aprobado de toda la ruta de 21 kilómetros, entre ida y vuelta, que tiene este moderno sistema de movilidad.
Además, ellos aprueban que se cierre el nuevo frente una vez que hayan concluido las obras civiles en los tramos vecinos y que se haya devuelto al tránsito vehicular la vía. Les preocupa, por ejemplo, que en ningún frente aperturado se han cumplido con los plazos establecidos.
Para Paúl Vera, dueño de un almacén de artesanías, con este nuevo cierre la actividad comercial morirá en el centro de la urbe. “No estamos en desacuerdo con proyecto, sino con la desorganización, incumplimiento y falta de palabra de las autoridades municipales”.
Según los comerciantes, en la última reunión que mantuvieron con el gerente del proyecto, Geral Fernández, hubo el compromiso de presentarles el cronograma del tiempo que les tomará estas obras civiles. A media mañana hubo una reunión corta entre las partes, pero no se llegaron a acuerdos.
Este proyecto se construye con una inversión de USD 231,5 millones, de los cuales el 70% proviene del Gobierno Nacional y el resto corresponde a un crédito del Gobierno de Francia.