La protesta bajó, pero hubo militares retenidos

Los indígenas improvisaron un acto de entrega de los militares, tras las negociaciones. Foto: Fotos: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

Los indígenas improvisaron un acto de entrega de los militares, tras las negociaciones. Foto: Fotos: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

Los indígenas improvisaron un acto de entrega de los militares, tras las negociaciones. Foto: Fotos: Glenda Giacometti / EL COMERCIO

Un grupo de militares de la Brigada Blindada Galápagos fue retenido ayer (20 de agosto) durante 11 horas en los páramos de la comunidad Ambatillo Alto, en Tungurahua.

Ayer, los integrantes del Movimiento Indígena de Tungurahua los llevaron a la casa comunal de la zona.

Los militares fueron sorprendidos cuando se movilizaban en un camión hasta la parte alta de Pilishurco, al norte de Ambato. Con escudos, toletes, cascos y pasamontañas, los uniformados regresaban de las instalaciones donde se encuentran los equipos que retransmiten la señal de las radios y canales de televisión nacional. Al percatarse de su presencia, María Toaza, pobladora del barrio centro de Ambatillo Alto, contó que los dirigentes indígenas llamaron a la población por altoparlantes.

Eran las 06:00. Hombres y mujeres salieron presurosos de las siete comunidades y pronto fueron cientos. “Las antenas nos pertenecen a nosotros. Ellos (militares) no tienen nada que hacer en estos sectores”, comentó Toaza.

Los 44 soldados fueron trasladados a un aula de la casa comunal y el camión, a una cancha de tierra. Los pobladores se armaron con palos para impedir que se retiraran de la zona. Además, bloquearon los tres ingresos a la comunidad con palos y piedras.

Según Telmo Punina, dirigente de los jóvenes de la Conaie, la acción fue realizada por la comunidad. “Cada pueblo posee sus propias directrices de lucha que tiene como objetivo el archivo de las enmiendas constitucionales y la liberación de dirigentes de los pueblos y nacionalidades del país”.

Los líderes del MIT solicitaron la presencia de la gobernadora, Lira Villalva, para entregarle un documento dirigido al presidente Rafael Correa.

Entre sus exigencias se encontraba el archivo de las enmiendas constitucionales y la liberación de los dirigentes indígenas y campesinos de los diferentes pueblos.

Punina recordó que en días previos fueron a la Gobernación a dejar la misiva, pero no los atendieron. Eso los enojó.

Siete camiones y tres buses llegaron con policías y militares para reforzar la zona y convencer a los indígenas que dejaran a los retenidos. A las 14:30, los militares recuperaron el vehículo. Más tarde, cerca de las 17:30, lograron que los retenidos sean entregados.

También en Loja, donde los indígenas de Saraguro declararon una tregua ayer por la procesión de la Virgen de El Cisne.

En Macas (Morona Santiago) se reforzó la presencia militar y policial. Ayer no hubo incidentes. Los indígenas dialogaron con las autoridades. Los ministros de Defensa, del Interior, y del Ambiente llegaron a Macas para tratar los temas que motivan las manifestaciones.

Mientras, en Imbabura, se hizo una movilización en la Panamericana. Dijeron que será el inicio de una movilización que esperan se fortalezca con las comunidades del norte. En Francisco de Orellana se anunciaron protestas en la noche.
Los obispos del Ecuador, emitieron anoche un comunicado en el que se pronunciaron “en favor de una paz sólida”.

“Las manifestaciones de violencia, vengan de donde vengan, siempre serán la vía incorrecta para conseguir el verdadero diálogo”, dijeron.

Recordaron las palabras del Papa Francisco de que hay que valorar las diferencias, “fomentando el diálogo y la participación sin exclusiones”.

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