Tres profesores detenidos por denuncias de abuso sexual

Otros dos maestros fueron detenidos ayer en el plantel que fue intervenido. Afuera, los padres hicieron un plantón. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO

Otros dos maestros fueron detenidos ayer en el plantel que fue intervenido. Afuera, los padres hicieron un plantón. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO

Otros dos maestros fueron detenidos el 11 de octubre en el plantel que fue intervenido. Afuera, los padres hicieron un plantón. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO

Corrió al salón donde estudia su nieto y lo sacó poco después de que las clases empezaran. Carlos (nombre protegido) no deja solo al niño de 7 años desde que le contó lo que un grupo de maestros le hacía.

“Me dijo que lo amarraban en el baño y lo obligaban a tomar orina. A otros niños les hicieron peores cosas”, relató poco después de que agentes de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) llegaran al plantel.

El 13 de octubre del 2017, minutos después de las 13:00, Carlos vio muy de cerca a los otros dos profesores que fueron arrestados bajo el supuesto delito de abuso sexual. Cuatro policías los escoltaron hasta una oficina del plantel y luego bajaron esposados.

“Uno de esos le tomaba las fotos y se le burlaba. El otro le pegaba. Todo eso me contó mi niño”, repetía Carlos, un tanto nervioso. En cuanto un auto de la Dinapen se llevó a los maestros, él buscó a su nieto y lo sacó de la escuela para unirse a un plantón en la parte exterior.

El grupo, en gran parte de mujeres, respalda a los padres que denunciaron el abuso. “¡Queremos justicia!”, fue el grito desesperado que repetían mientras agitaban carteles con mensajes similares. Algunas no podían contener las lágrimas al reconocer a los profesores, cercanos a sus hijos.

“Ellos son. Entre los padres reunimos fotos para enseñárselas a los niños y los reconocieron”, contó Martha (nombre protegido), madre de otro de los menores afectados.

La Fiscalía agrupa 10 denuncias por este caso y ha identificado a cuatro docentes sospechosos, según las siete entrevistas psicológicas realizadas a niños. Los implicados son investigados por la presunción de varios delitos sexuales: violación, abuso sexual y pornografía infantil.

Uno de ellos, continuamente nombrado por los estudiantes, desapareció. Xavier., de 39 años, fue incluido en la lista de los más buscados. El Ministerio del Interior hizo pública su fotografía y ofrece una recompensa de USD 10 000 a cambio de información.

El primer detenido fue ubicado el 6 de octubre durante el allanamiento a la unidad educativa pública, ubicada en el norte Guayaquil. En su teléfono celular hallaron decenas de fotografías de niños y adolescentes desnudos.

El Ministerio de Educación informó que contra este maestro hubo dos informes de alerta: el 30 de mayo y el 6 de junio. Fueron levantados por el Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) de la institución y entregados a la rectora, separada del cargo e investigada por la Fiscalía por impedir el allanamiento al plantel.

“Como autoridad ella tenía la potestad de judicializar el tema. No hizo la intervención sino que emitió el informe a la Dirección de Distrito”, dijo el ministro de Educación, Fander Falconí, en Quito.

El Distrito devolvió los reportes a la escuela, por lo que el funcionario enfatizó que hubo una serie de negligencias y omisiones.

Entre el 2014 y de lo que va del 2017, el Ministerio de Educación ha registrado 882 casos de violencia (de tipo sexual, acoso, estupro, violación y explotación), en centros educativos. En 561 de ellos, los agresores fueron por personas del sistema educativo, como compañeros, docentes, personal administrativo y autoridades.

Por estas denuncias hay 453 sumarios. “En su mayoría se iniciaron procesos administrativos y judiciales. Ahora Educación cruza bases de datos con la Fiscalía para conocer en qué estado se encuentran”, dijo Mónica Reinoso, subsecretaria de Innovación Educativa y Buen Vivir.

En medio del plantón de la tarde del 13 de octubre, decenas de psicólogos llegaron a la escuela. El fiscal César Peña solicitó el apoyo de varias instituciones para avanzar en las valoraciones psicológicas y detectar otras posibles víctimas.

“En este plantel hay aproximadamente 1 000 alumnos. Hay que precautelar su integridad, no afectarlos con todo este proceso”, explicó Franklin Zambrano, coordinador zonal 8 de la Defensoría del Pueblo, una de las entidades colaboradoras.

Los padres siguen reuniendo firmas de apoyo para solidarizarse con los afectados, pero también piden ayuda para sus hijos. “Hay niños que hablan del baño prohibido.... No sabíamos por qué. Ahora entendemos que es por todo este horror que ha pasado”, relató una madre que se unió a la protesta.

Tome en cuenta

Los cambios  repentinos de estado de ánimo son una señal. Furia, miedo, inseguridad o retraimiento son signos.
Desarrollar  un miedo inusual en relación a ciertos lugares o personas. Hay un cambio repentino de hábitos.
Las  pesadillas y problemas para dormir sin ninguna explicación son síntoma. Puede parecer distraído o distante.

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