Las variedades que tienen más demanda son minirrosas, rosas, hypericum y gerberas. Fotos: Galo Paguay / EL COMERCIO
Desde mediados de abril del 2018, las florícolas del país aumentan su ritmo de trabajo por la época del Día de la Madre.
Durante estas semanas, los jornaleros llegan a las 07:00 a las fincas, para cortar los tallos de rosas, flores de verano, gypsophilias y otras variedades. Trabajan hasta las 18:00, incluso los fines de semana, debido a la demanda del producto.
Esta época representa alrededor del 15% del volumen de exportación del año, después de San Valentín.
Los envíos, en términos de volumen y de valor, crecieron en mayo del 2017 en comparación con el mismo mes del 2016.
Esa recuperación y las proyecciones de que la tendencia permanezca durante este año hicieron que los floricultores apostasen por una mayor producción, señaló Juan José Albuja, presidente del Directorio de Expoflores y director ejecutivo de la firma Much Flowers.
Este gremio calcula que la producción crecerá 9% esta temporada, frente a igual época del 2017. Los principales destinos de las flores son Europa y Rusia (con una participación del 12%) y EE.UU. (7%), explicó Alejandro Martínez, director de Expoflores.
Las flores de verano y las rosas de diversos colores son las preferidas en esta época. Este tipo de flores se cultiva principalmente en las provincias de Azuay, Cotopaxi, Carchi, Pichincha e Imbabura.
La empresa Pacific Bouquet, ubicada en Oyambarillo, en Quito, se especializa en el envío de buqués en tonos monocromáticos para el Día de la Madre.
Los arreglos, que incluyen más de seis variedades de flores y plantas, son armados cuidando hasta el mínimo detalle. En promedio, esta empresa vende un 60% de buqués y un 40% de flores de diversas variedades. En esta finca se producen minirrosas, rosas, hypericum, gerberas y otras.
Pablo Viteri, gerente de la firma, espera que esta temporada las ventas sumen USD 100 000, un 10% más que la misma época del 2017 (USD 90 000). En esta finca, las ventas del Día de la Madre representan el 20% de los ingresos anuales.
Para cubrir la demanda se contrataron dos empleados ocasionales más. La finca cuenta con 42 colaboradores.
Una expectativa para impulsar al sector en el mes de mayo era la entrada en vigencia de las nuevas modalidades de contratos, que el Ministerio de Trabajo suscribió el 10 de abril pero que aún no se publican en el Registro Oficial.
Los floricultores tienen observaciones a estos instrumentos propuestos por el Gobierno, ya que las jornadas planteadas, principalmente la de 36 horas semanales, no se adaptan a los requerimientos del sector, dijo Albuja.
Además, el mecanismo obliga a pagar un recargo del 15% por hora trabajada, lo que eleva el costo de nuevas contrataciones, indicó Martínez.
Aunque faltó este beneficio para el sector, el movimiento comercial de flores no se detuvo. En la terminal de carga del aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela, los envíos de flores para esta fecha se iniciaron el 23 de abril y terminarán el 8 de mayo. Se prevé enviar 11 000 toneladas métricas, 2 000 más que en la misma época del 2017.
Los paquetes son trasladados en aviones con capacidad de hasta 115 toneladas. A diario se hacen 15 envíos, refirió Luis Galárraga, gerente de Comunicación de Quiport.
Floricultores reportaron problemas con los embarques por cancelaciones de vuelo. Galárraga dijo que habría que identificar en qué etapa de la cadena hubo problemas. Sobre las cancelaciones, mencionó que esto no depende de la terminal área sino de las agencias de carga.