Reds. Sociedad y Sierra Centro
La gripe AH1N1 afecta a más personas. Hasta ayer, el Ministerio de Salud confirmó 264 casos y cuatro muertes a escala nacional.
En la mañana de ayer, la directora técnica del hospital Carlos Andrade Marín (IESS-Quito), Patricia Villacís, reconoció que la paciente de 48 años que murió el domingo en este centro sí estuvo afectada por el virus de la gripe.
Se trataba de una enfermera que laboraba en el Patronato Municipal. Al presentar infección pulmonar fue llevada a una clínica y luego al hospital del IESS.
Este caso se constituyó en la primera muerte registrada en Quito.
El hospital pediátrico Baca Ortiz también tiene el primer caso. El director de este centro, Milton Jijón, dijo que es un niño de 23 meses que fue internado en terapia intensiva, pero que en el momento se encuentra estable.
El número de pacientes con síntomas gripales aumentó en el hospital Eugenio Espejo, considerado de referencia para atender esta enfermedad. Su director, Álex Camacho, señaló que no existen nuevos ingresos y que la paciente de 18 años, confirmada con AH1N1, está bien.
En la Dirección de Salud de Pichincha hay preocupación porque las clínicas particulares no reportan los hechos. Jorge Cueva, director provincial, aseguró que todos los médicos y los centros hospitalarios privados están obligados a reportar los casos sospechosos. “Pero hay un 25% de establecimientos que no cumple con esa disposición oficial”.
El funcionario indicó que en estos centros se instaló el ‘software’ para reportar casos de infecciones respiratorias agudas o graves.
Mientras esto sucedía en Quito, en el Fuerte Militar Amazonas, en Pastaza, el paso está restringido.
Cinco militares impiden el ingreso al cuartel donde el Ministerio de Salud registró seis casos de AH1N1. Alonso Núñez, director del Hospital Militar de la provincia, explicó que los militares contagiados se recuperan. “Ellos están fuera de peligro y no hay por qué preocuparse. Se estableció un cerco epidemiológico”.
En el momento, 500 militares están en sus habitaciones como parte de un plan de prevención dispuesto por el Ministerio.
Según Núñez, el primer caso de gripe AH1N1 registrado en el cuartel ocurrió el 5 de julio. “Un conscripto presentó los síntomas de la enfermedad. Se presume que un familiar lo contagió. En el cuartel está prohibido el ingreso de familiares, vendedores y proveedores a la pista de aterrizaje y a las oficinas administrativas”.
Carlos Vimos, jefe de Epidemiología de la Dirección de Salud de Pastaza, agregó que hasta ayer se contabilizaron ocho personas contagiadas con el virus en la provincia. Seis son militares y el resto, civil. Además, hay 16 sospechosos que son evaluados por los médicos. Dijo que en el Hospital de Puyo se ubicó una unidad móvil para atender posibles gripes.
Este Diario conoció que en el Fuerte Militar Amazonas hay malestar por las declaraciones de las autoridades. “Es mentira que un familiar contagió a los conscriptos. Nosotros no salimos ni tenemos contacto con otras personas. Más bien un oficial contagió al resto”, indicó una persona desde el interior del cuartel. Y añadió que, la semana pasada, se distribuyeron pastillas para la gripe.
“Decían que se trata de un trancazo y que no nos preocupemos. Los oficiales no atendieron rápido a los enfermos. En las filas había compañeros que escupían flema y no hicieron nada”, contaron.
Al respecto, Núñez señaló que un conscripto no puede determinar quién contagió a los seis militares. “Esta persona no es un experto para señalar eso. Hemos informado la verdad y tomado las precauciones necesarias. Estos comentarios no son válidos”.
En las afueras del cuartel un grupo de personas buscaba información de sus familiares. María Banguera llegó a las 10:00 para averiguar sobre la salud de su esposo. “Ojalá no tenga la gripe”.
Banguera esperó 10 minutos. “Esté tranquila señora su esposo está bien. No se preocupe. Todos están bajo control, nadie puede salir ni hablar con sus familiares o amigos”, le dijo un militar.
En el centro de Puyo las actividades comerciales se desarrollaron con normalidad. Por precaución, en las tiendas se comenzó a utilizar mascarillas.