En la última década hemos tenido dos presidentes con posgrado en universidades norteamericanas: Mahuad y Correa.
¿Sus gobiernos han demostrado su cuarto nivel de estudios?, ¿predominó en ellos imprevisión e improvisación para gobernar? Usted califique. No olvide que se genera una percepción cuando hay harto dinero para gastar y sin fiscalización eficiente, cuales han sido los primeros años de Correa.
Otra, con cuentas fiscales ‘chiras’, caso de Mahuad, y el riesgo con Correa de no darse acertadas rectificaciones.
A Mahuad, Harvard lo declaró el Presidente de la Paz, cuando el cierre de límites con Perú, cuyo décimo aniversario ha sido magnificado por el actual gobernante.
A Correa, la Universidad de Illinois le rinde homenaje por gobernar el Ecuador.
Mahuad, después de ser despojado del poder en 2000, fue a enseñar teoría de gobernabilidad en Harvard.
Hay conocidas diferencias ideológicas y de sometimiento en política internacional entre Mahuad y Correa, pero también coincidencias.
Ambos han tenido el hermano gestor financiero de sus campañas. Eduardo Mahahuad de Jamil, quien se quitó dos letras de su apellido. Fabricio de Rafael.
Las reales cuentas de la campaña multimillonaria de 1998 de Jamil y sus contribuyentes no se supieron sino parcialmente, cuando Fernando Aspiazu denunció lo que había entregado.
Con Correa, en 2006, también se declararon falsedades de montos y contribuyentes. En esa campaña declaró que no iba a identificar a sus aportantes porque serían perseguidos por los socialcristianos, y al finalizar la primera vuelta afirmó que entregaría las listas de los que le quisieron sobornar con millones de dólares de contribuciones electorales. Ni una ni otra lista ha presentado en tres años. Fabricio ha dado pistas.
Otros nombres también ha ofrecido Correa. Los de quienes quebraron la Corporación Financiera Nacional en tiempos de Mahuad y Noboa, lista y detalles que a Correa entregó Eduardo Valencia, lo que le costó el cargo de presidente de la Corporación y el informe fue echado a un archivo-basurero, porque había implicaciones de un familiar muy próximo al Presidente.
En sus amenazas sabatinas de 5 de diciembre de 2009, denunció la corrupción de quienes fueron sus delegados para la renegociación de los contratos petroleros. Los acusó de “ser pagados por las petroleras privadas”. Sentenció: “Esto no va a quedar en la impunidad, el país sabrá los nombres de quienes permitieron esta miseria”.
¿El silencio de los sábados siguientes será porque ya mejoró el reparto de lo pagado?
Ocultistas y encubridores de sus círculos de poder han sido Mahuad y Correa. El último aun puede rectificar.