Un Presidente corrupto fue delatado por su hermano

‘PF es el testaferro de Fernando’. Ese era el titular de la entrevista central de la revista Veja, en su edición del 27 de mayo de 1992. Un hombre joven y relajado posaba para la foto.

Era Pedro Collor de Mello, el hermano menor del presidente Fernando Collor de Mello. El PF del titular era Paulo César Farías, el tesorero de campaña, empresario multimillonario y gran amigo de su hermano. Esa entrevista de cinco páginas, a la cual seguían 10 páginas más de reportajes sobre las redes de la familia Collor de Mello y la fortuna de Farías, fue el detonante de la crisis política más grave que ha vivido Brasil en los últimos tiempos.

Pedro Collor de Mello declaró en esa entrevista que su hermano usaba su cargo para amasar una gran fortuna, tejiendo una gran red de chantaje, a cargo de Farías.

La entrevista se reprodujo en todos los medios y la sociedad civil quedó impactada. El hermano menor contó que Farías entregaba al Presidente el 70% de los beneficios de su red, y se quedaba con el 30%. Según la Policía Federal brasileña, en 30 meses de Gobierno,  la red de corrupción rindió unos USD 1000 millones. El hermano menor de Collor lo acusó también   de haber sido de joven  un gran consumidor  de drogas.

Al principio, la prensa estaba encantada con el joven, apuesto y marquetero candidato presidencial,  aupándolo en la segunda vuelta en la cual derrotó a   Lula da Silva. De Mello sabía de medios: su familia posee un gran imperio de medios de comunicación   en Alagoas, con grandes relaciones con la prensa de todo el país.    

El Congreso formó rápidamente una comisión investigadora para estudiar las denuncias. Sin embargo, Pedro Collor de Mello  admitió que no tenía  prueba.

El Presidente habló   por una cadena nacional de radio y TV  para pedir disculpas  “por las declaraciones falsas y mentirosas de mi hermano”. La denuncia no se atoró en el   callejón sin salida.  Un mes después de la publicación de  la entrevista,   Eriberto França, el chofer de la secretaria particular de Collor, Ana Acioly, reveló que esta lo mandaba periódicamente a buscar gruesos fajos de dinero, en moneda nacional y en dólares, a las empresas de Farías.

Fue ahí cuando el juicio político empezó a ser visto como viable. La comisión parlamentaria -que fue insultada varias veces por el Presidente- ordenó la suspensión del sigilo bancario de numerosas cuentas corrientes. Lo que se descubrió es que había varios clientes ficticios en los bancos: todos funcionarios o amigos de Paulo César Farías, quienes abrían cuentas corrientes fantasmas.

Tres meses después de la publicación, jóvenes estudiantes brasileños de todo el país se unieron en el movimiento ‘caras pintadas’. Con los colores de la bandera en el rostro salieron a protestar durante dos meses para pedir que se hiciera juicio político a Collor.

El testigo

“La prensa no hizo caer a Collor. Él cayó por las protestas”
Mario Sergio Conti. Director de Redacción de la revista Piaui

Fernando Collor de Mello  saltó a la fama en Brasil en una  portada de la revista Veja que lo calificó como ‘El Cazador de Marajás’, a raíz de sus decisiones como gobernador de Alagoas para reducir el clientelismo.

En 1992 yo era el director de redacción de Veja y Collor era un presidente mediático: en toda la prensa hubo un ambiente claramente favorable a él, que le  ganó a Lula da Silva en las elecciones de 1990. El apoyo a Collor en los medios no fue una decisión impuesta por los patrones. Muchos jefes de redacción estaban de acuerdo. Pero hay que ser claros: la prensa no hizo caer a Collor. Él cayó única y exclusivamente por las manifestaciones populares.  Hace diez años escribí el libro ‘Noticias de Planalto’, donde explicó la relación de Collor con la prensa, en su elección y en el ‘impeachment’.   O Globo, Brasil, GDA 

'Pido perdón por lo que dijo  mi hermano'

En mayo de 1992, el hermano menor del presidente Fernando Collor de Mello, Pedro, dio una polémica entrevista  a la revista Veja. Bajo la presión de la opinión pública, el Congreso formó una comisión investigadora para estudiar las denuncias. El Presidente  atacó a la comisión, diciendo que era habitada por “cerdos que chapotean en el lodo”. Luego, prometió revelar el origen   de sus recursos, pero  no tenía cómo probarlos.

OTROS HECHOS

En  mayo de 1992,  la Cámara de Diputados abrió una investigación contra el Presidente. En septiembre fue  apartado de sus funciones. El 29 de diciembre  renunció, minutos después de que el Senado iniciara la votación para destituirlo.  

Paulo César Farías, tesorero de campaña y su asesor más cercano, fue condenado a seis años y 11  meses de prisión. Pero tras obtener la libertad condicional, en 1998 fue encontrado con una bala en el pecho. El misterio de su muerte no se resolvió.

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