Un inmigrante camina junto a tiendas de campaña cubiertas de nieve en el hotspot Moria en la isla de Lesbos, después de fuertes nevadas el 7 de enero de 2017. Foto: AFP
El alcalde de la isla griega de Lesbos, Spyridon Galinos, y la alcaldesa de las islas italianas de Lampedusa y Linosa, Giusi Nicollini, fueron galardonados el lunes 9 de enero del 2017 con el Premio Olof Palme por su “inspirador liderazgo en una de las fases más difíciles de nuestro tiempo”, en relación a su asistencia a los migrantes.
En los últimos años llegaron a esas islas gran cantidad de refugiados y migrantes procedentes de Siria y el norte de África. Con su asistencia, “salvaron miles de vidas y dieron esperanza y fe para el futuro”, justificaron el lunes los responsables del premio inspirado en el primer ministro sueco Olof Palme, asesinado en 1986, que será entregado el 30 de enero en Estocolmo.
Galinos y Nicolini, junto a sus ciudadanos, abrieron sus mentes y sus sociedades a las personas que huyen de la guerra, el terrorismo y la miseria. En un mundo “cada vez más peligroso y brutal”, defendieron “el imperativo humanista de que es más importante proteger a las personas que las fronteras”.
Nicolini es desde 2012 alcaldesa de Lampedusa y Linosa, que suman unos 6 500 habitantes, y Galinos está en el poder desde 2014. Ambos compartirán el premio de USD 100 000 (unos 94 900 euros).
Lesbos es una de las islas griegas adonde llegaron más refugiados sirios, entre otros, procedentes de Turquía, mientras Lampedusa es destino de miles de personas que intentan llegar a Europa desde el norte de África, procedentes sobre todo de Libia.
En ediciones previas fueron galardonados el médico congoleño Denis Mukwege, el expresidente checo Vaclav Havel, la líder birmana Aung San Suu Kyi o la organización de DerechosHumanos Amnistía Internacional, entre otros.