Campesinos recogen papas para su comercialización en el sector de Puñachisa, en el cantón Quero (Tungurahua). Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
La alegría que llega con la cosecha se esfumó entre los agricultores de la zona andina dedicados a la siembra papa.
Campesinos como Guillermo Bolaños, del cantón Montúfar, Carchi, están preocupados por la reducción del precio del tubérculo en el país.
“El quintal de la variedad capira se vende a 7, y el de la superchola, la más comercial, a 8”. Ambas son de primera calidad, pues en el mercado local se puede encontrar de segunda y tercera, a un menor costo.
Los campesinos aseguraron que el valor comenzó a bajar desde marzo pasado. Sin embargo, este mes tocó fondo.
Los actuales precios inquietan al sector porque, según Guillermo Chulde, técnico de la cadena de la papa de la Prefectura del Carchi, no alcanzan para cubrir los costos de producción.
Actualmente, cultivar un quintal de superchola cuesta entre USD 12 y 15, y uno de única y capira, entre USD 8 y 10.
El lunes pasado se reunió en Riobamba el Consorcio de Pequeños y Medianos Papicultores del Ecuador (Conpapa).
En la cita los socios de este gremio comentaron alarmados que el quintal de la variedad única, que tiene mayor demanda en la industria, se cotizaba en USD 2 el quintal. Este problema se siente en lugares de expendio como el Mercado Mayorista de Ambato, el más grande del Centro del país.
Los comerciantes detallan que una sobreproducción del tubérculo provocó que el precio se desplomara.
Según Carlos Romo, director provincial del Ministerio de Agricultura, en Carchi, la sobreproducción de papa está relacionada con las abundantes lluvias durante este invierno en la Sierra. “Se sembró papa incluso en lugares en donde no hay riego. La superficie de cultivo de este alimento en la provincia pasó de 7 800 a 9 800 hectáreas”, indicó.
Entre el 2014 y el 2015 las hectáreas (ha) de cultivo del tubérculo bajaron de 33 490 a 31 490, según la Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria Continua (Espac-2015), del Instituto Nacional de Estadística y Censos. Pero, en el 2016 el número de hectáreas aumentó a 34 014.
Ese estudio también señala que Carchi concentraba el año pasado la mayor producción, con el 35% de las 421 061 toneladas métricas cosechadas.
El Ministerio de Agricultura entregó gratuitamente semilla de mejor calidad, de papa superchola, el año anterior, con el afán de mejorar la productividad y resistencia a las plagas.
La productividad del tubérculo casi se duplicó en los últimos diez años, al pasar de 7 toneladas por hectárea en el 2007 a 12,7 durante el 2016. La papa es un alimento infaltable en la dieta de los ecuatorianos. El consumo es de 24 kilos al año por persona en el país.
Gabriel Barreno es uno de los papicultores que abastece al mercado de la capital de Tungurahua. Para esta temporada sembró tres variedades de papa: fripapa, uvilla y única.
En total espera cosechar 600 quintales de uvilla. Pero el precio del quintal, de primera calidad, cayó de USD 15 a 8. “Creo que no voy a recuperar los USD 10 000 que invertí”, se lamenta el agricultor.
En Tungurahua la abundante cosecha del tubérculo está también ligada a la ampliación de las áreas de cultivo, por el reemplazo de sembríos de pastos por el de papas.
“Muchos agricultores se inclinaron por cultivar papa ante la reducción del precio de la leche para el productor”, explicó Gabriel Barreno, quien calcula que en las comunas de Puñachizag, Jalóa El Rosario y San Antonio ahora hay más de 300 hectáreas de papa.
Desde que cayó el precio del tubérculo, Mentor Fuentes trabaja solo. “Contratar un jornalero representa USD 13 diarios más la comida. No me queda otra alternativa que hacerlo solo, puesto que el quintal en el mercado está a USD 2”.
La disminución de precios obliga a otros campesinos a retrasar la cosecha, en espera de que el mercado se equilibre.
Con el fin de impulsar el precio, los comerciantes del Mercado Mayorista de Ambato llegaron a un acuerdo con los agricultores para que envíen menos quintales. En este momento ingresan a este centro 5 000 sacos, un 50% menos que antes, aseguró Targelia Jarrín, presidenta de la Asociación de Comerciantes Corazón de Jesús. La medida ayudó a que suba en un USD 1 el precio por saco el viernes pasado (9 de junio).