El fuego que causó la tragedia en el centro de Portugal comenzó el sábado 17 de junio por el impacto de un rayo en un árbol seco y se expandió con una rapidez y violencia inusitada por los fuertes vientos y las temperaturas superiores a los 40 grados registrados ese día, según la versión que manejan las autoridades lusas. Foto: AFP
El número de víctimas mortales del incendio que arrasa desde el sábado el centro de Portugal aumentó el lunes 19 de junio del 2017 a 64, según el último balance provisional de las autoridades, que informaron de que el 70 % del fuego está dominado.
El número oficial de muertos fue actualizado por un teniente de la Guardia Nacional Republicana (GNR), que no desveló a los periodistas si la cifra de heridos, que se situaba en 62, también ha subido.
El presidente de la Liga de los Bomberos portugueses, Jaime Marta Soares, ya había confirmado una nueva víctima mortal, un bombero de 40 años que estaba hospitalizado en estado muy grave, tras intentar salvar a varios civiles atrapados en un vehículo en llamas.
A esta víctima se unió un hombre que fue encontrado muerto en una de las aldeas afectadas por las llamas, lo que eleva el saldo provisional a 64 fallecidos.
En la misma comunicación a la prensa, el comandante de operaciones de los servicios de Protección Civil portugueses, Elíseo Oliveira, informó de que el 70 % del incendio está controlado, pero el 30 % restante todavía genera preocupación a las autoridades.
“La tarde ha tenido situaciones complejas y nos ha obligado a confinar y desalojar poblaciones”, explicó.
El incendio se declaró en la tarde local del sábado en el término municipal de Pedrógo Grande, en el distrito de Leiria, al impactar un rayo en un árbol seco, de acuerdo con la versión que manejan las autoridades.
El fuego, en el que trabajan más de 2 000 efectivos apoyados por medios aéreos de España, Francia e Italia, se extendió también a los distritos de Coimbra y Castelo Bran