Redacción Sociedad
La cena es el momento cumbre de la Navidad. El pavo relleno es el plato tradicional de la época, pero no es el único entre las familias. Carnes como el pollo, cerdo y res también son buenas opciones.
Entre las razones que explican 10 amas de casa consultadas por este Diario está la diversidad en gustos. “En mi casa no todos comen el pavo”, dijo Sara Bueno mientras salía de Mi Comisariato, en el norte de Quito, el martes. A dos de sus tres hijos no les agrada esta carne. Flor Herrera, en cambio, prefiere el chancho hornado porque a su esposo no le gustan las carnes blancas.
Otro factor es el elevado costo del pavo frente a las otras carnes, afirman Rosa Centeno y Pilar Ríos. En los diferentes supermercados el kilo varía entre los USD 3,50 y 3,80, mientras que el de pollo está en 2,10, el de res 2,35 y el de cerdo en 3,20.
Zoila Fernández, quien vive con su hija y una sobrina, cocinará un pollo al horno. “Solo para las tres un pavo es demasiado”. Rosa Aguilar opina que “con el valor de un pavo, le alcanza para más de dos pollos”.
Para el chef ejecutivo del hotel Mercure, Ángel Valdiviezo, todas las carnes pueden ser preparadas con el tradicional relleno (carne de res molida, huevo, jamón, tocinos…). Recomienda acompañar en cualquiera de ellas con la salsa de frutas secas (pasas, almendras, nueces). Las ensaladas en cualquiera de estos platos deben tener prioridad.
“Una ensalada tropical (mezcla de frutas y yogur) es una opción. La presidenta del Colegio de Nutricionistas de Pichincha, Gloria Huilca, aconseja no exceder el consumo de ninguna carne. Cada plato no debe sobrepasar los 100 gramos.
Por día las personas deben consumir 2 000 calorías. Los 100 gramos de carne de cerdo tienen 380 calorías, de pavo 220, de pollo 190 y de res 280.
La carne de pollo, después de la de pavo, es la preferida de las amas de casa. Ocho madres consultadas lo prepararán en Navidad. La tendencia en el pavo es mandarlo a hornear en leña.
Luis Gabela ofrece desde hace 30 años este servicio en su local ubicado en av. De la Prensa. Cada temporada su clientela se incrementa en un 30%. El año anterior atendió 500 pedidos.
El costo varía según el lugar y el tipo de servicio, oscila entre los USD 30 sin relleno hasta los 110 con relleno e incluido el pavo. El tiempo de horneado es de tres horas. Alberto Marín, del local El rey de las quesadillas, comenta que sus clientes aumentaron. El año anterior tuvo 50 pedidos y en lo que va del año ya tiene más de 60. “La leña mantiene el sabor del pavo y su carne permanece jugosa”, opina Francisco Vázquez. La nutricionista Huilca dice que la carne al horno conserva más sus valores nutritivos.
Los postres son el complemento del festín navideño, el chef Valdiviezo recomienda el bruche de Noel (lea las recetas).