…Redacción CuencaLa cuencana Inés Gordillo, de 59 años, confecciona polleras de las cholas cuencanas desde 1965.
Telas colombianasLas artesanas se demoran ocho días en confeccionar una pollera. El bordado es lo más laborioso de la prenda, tiene 10 centímetros de alto. Las telas para elaborar la prenda, como texlan, terciopelo y gamuza se compran a distribuidores que traen de Colombia. Existe en un incremento en los precios de un 50%. Los familiares de los emigrantes envían muñecas de trapo vestidas como cholas cuencanas. El costo es de USD 8. De forma ágil toma su cinta métrica, que a menudo la lleva en su cuello, para trazar en una tela de terciopelo de color vino. Su tarea es hacer una pollera de 35 centímetros de alto, para una imagen de la Virgen del Cisne, que se venera en Estados Unidos.Con voz pausada dice que desde julio pasado, clientes de Azogues (Cañar) y Girón (Azuay), le mandan a confeccionar polleras para enviar a sus familiares al extranjero. Ahora su atención está concentrada en acabar ese atuendo para que la imagen lo luzca en las fiestas de agosto próximo.Uno de los asiduos clientes de las polleras es Walter Sinche, quien vive desde 1995 en Nueva York. Es presidente de la Alianza Ecuatoriana Internacional. A través de un correo electrónico, cuenta que en esa ciudad estadounidense se celebran las fiestas de cada provincia del Ecuador.Según Sinche, hay una presencia fuerte de las tradiciones culturales. Hay gente de otros países que aprovecha esas ocasiones para vender las polleras en la avenida Roosevelt y la calle 103. Pero “la mayoría es de mala calidad”. Cuestan entre USD 80 y 200, dependiendo del tamaño.Por eso, con alegría y cierta añoranza de su tierra, Sinche dice que se llevan las polleras del Azuay con tres y cuatro meses de anticipación. Se comercializan entre USD 150 y 200.En los condados de Westchester, Ossining… de Nueva York, hay una asociación de emigrantes del cantón Girón denominado Girontown. Las integrantes son apegadas a las tradiciones religiosas y constantemente solicitan a sus familiares que le envíen las polleras desde la capital azuaya.Los colores rojo, vino, rosado y tomate embellecen a la Virgen y a las mujeres en los Estados Unidos. Por ello, Gordillo con sus manos arrugadas sigue bordando la vestimenta típica de la mujer azuaya.Mientras hace las costuras de la pollera, Gordillo dice que en este mes recibe pedidos de cuatro polleras para la Virgen. Cada una tiene un valor de USD 60.Su almacén está ubicado en la calle Tarqui, en el Centro Histórico de Cuenca. A unos 30 metros se encuentra el taller en donde María Nivicela, oriunda de la parroquia Tarqui, entrega las polleras elaboradas. Recuesta a su tierno hijo en el piso de madera y con una aguja fina coloca en la prenda mullos, lentejuelas, canutillos…Su mirada está fija en la prenda, sin pestañear y perder el tiempo en sus labores, cuenta que los habitantes de Cumbe, Victoria del Portete y Girón le buscan hasta en su casa para encargarle la confección de polleras para enviarlas a EE.UU., por el Día de la Madre. Los pedidos que le hacen suelen ser de 20 a 30 polleras, en colores rosado y lacre. Su precio es USD 160. Dice que hace dos años las ventas eran mayores y atribuye a la crisis en Estados Unidos.Rosa Chimbo, oriunda de la parroquia Turi (al sur de Cuenca), espera con ansias las fiestas del Señor de los Milagros en Girón, de la Virgen de la Nube en Azogues… Con motivo de esas celebraciones, los emigrantes envían dinero para que sus familiares compren nuevas prendas. Chimbo labora con otras 10 compañeras. Con emoción señala que hace un año tenía la esperanza de que sus polleras se envíen directamente a los Estados Unidos. Esto debido a ofrecimientos de autoridades locales, pero todo quedó en diálogos, dicen con tristeza.La lojana Carmen Chuquimarca pedalea suavemente su máquina de coser. Ella tiene pedidos de este tipo de falda para niñas y para la imagen de la Virgen. Recuerda que Olga Domínguez fue una de sus últimas clientas, hace un mes. Le pidió hacer una prenda para enviarla a EE.UU.Gordillo tiene su taller en el sector del mercado 10 de Agosto. Allí hay otros 20, siendo el más antiguo el de la familia Bojorque.