Lucio Gutiérrez/ PSP / Lista 3
El ex Mandatario que aprendió de los yerros
El equipo de campaña de Lucio Gutiérrez prácticamente repitió la estrategia que aplicó en 2009, cuando llegó en segundo lugar. Presentar a un ex Presidente que aprendió de sus errores, pero que fue capaz de “rescatar” la economía nacional.
El arrepentimiento fue expuesto como sinónimo de un político maduro, que no cometerá los yerros del pasado, en caso de ganar la elección. Y que, a la par, retomará su plan económico, que supuestamente se traducirá en precios populares, menos impuestos y una reducción de la pobreza.
Por ello, sus cuñas propagandísticas y su discurso de tarima afincaron el ya popular “con Lucio estábamos mejor”. Ahí entró en juego la comparación de los índices económicos de su administración con el rendimiento del actual Gobierno, al que acusa de manejar irresponsablemente la economía.
Santiago Nieto, consultor de Informe Confidencial, señala que ese mensaje electoral del presidencial de Sociedad Patriótica busca amortiguar la resistencia que genera su imagen en el electorado.
Álvaro Noboa / Prian / Lista 7
El magnate que dice borrará la pobreza
La estrategia presidencial del Prian no se movió un ápice en comparación a procesos electorales pasados. Apostó, otra vez, por vender a un empresario exitoso que tiene una suerte de “varita mágica” para sacar a la población de la pobreza.
De hecho, “¡Te sacará de la pobreza!” fue su eslogan de campaña. Para vincularse al electorado usó métodos propios de las campañas populistas, señala el politólogo Jorge León. Recorridos en barrios populares con regalos como colchones, que el mismo candidato cargó sobre sus hombros.
Su discurso también estuvo en esa línea. La única modificación con el pasado fue que su estrategia ya no se basó en la oferta de viviendas, como en el 2006. Esta vez su planteamiento se dirigió a la generación de fuentes de empleo.
Su esposa y vicepresidencial, Annabella Azín, fue clave en la estrategia de mejorar su imagen electoral, desgastada después de cuatro intentos presidenciales. De ahí se entiende que ella estuviera en la mayoría de publicidades.
Nelson Zavala / PRE / Lista 10
El pastor que cuidará de la moral del país
Como resultado de la combinación del discurso religioso con la política institucional, el PRE ha presentado de cara al electorado -literalmente- al pastor de un rebaño descarriado.
Su mensaje fue básicamente moralista, con un enfoque paternalista. De ahí que Zavala no haya dudado en decir que fue elegido por Dios como su emisario para solicitar un cambio en la población.
Ya en la práctica, su principal oferta fue crear una estructura en valores para la familia y la educación, acompañado de medidas económicas para ayudar a los pobres. En ese punto, su candidatura entró en sintonía con la esencia del roldosismo, que se presenta como la fuerza de los pobres.
“Predomina la imagen de un pastor que pone orden a la vida pública de un Estado laico, desde una visión religiosa”, reflexiona Jorge León.
Su visión moralista de las conductas y elecciones humanas es la que, precisamente, ha levantado polémica en temas sensibles, como el matrimonio entre personas del mismo sexo o incluso el rock…
Alberto Acosta/ MPD-Pk / Alianza 15-18
El candidato de la verdadera izquierda
La Coordinadora Plurinacional de las Izquierdas quiso presentar a Alberto Acosta como el representante de la auténtica y nueva izquierda del país.
El hombre que capitaneó la Asamblea Constituyente, que quiere recuperar el espíritu de cambio político que supuestamente ha sido traicionado por su ex aliado y amigo, Rafael Correa.
Por eso, los motores de esa estrategia fue plantear la defensa de los principios constitucionales del 2008 y proteger el medioambiente. De ahí que ya en el plano discursivo, el presidencial señaló que su principal oferta sería la instauración de una “democracia radical”, con respeto a todas las opiniones.
“Quiso mostrarse como el hombre de la bandera ecológica de izquierda, sin ningún rasgo de autoritarismo”, señala Jorge León. No obstante, en sus planteamientos concretos, ha seguido la línea de formular ofertas para sectores específicos a los que representan las organizaciones políticas de su coalición electoral: profesores, pequeños comerciantes, campesinos, sindicatos, etc.
Guillermo Lasso/ Creo / Lista 21
El hombre exitoso que plantea un nuevo país
El candidato de Creo ha buscado capitalizar la imagen de un banquero exitoso con conciencia social, en la que trabajó meses antes de postularse.
Para el efecto, su campaña apuntó a poner su vida como ejemplo de que se puede tener éxito sin la necesidad del modelo del actual Gobierno. Es decir, un hombre humilde que tuvo éxito gracias a las oportunidades de superación a las que tuvo acceso.
De ahí que se haya presentado como el candidato que encarna la alternativa eficiente al actual modelo político. El mensaje central electoral lo confirma: “Otro Ecuador es posible”. En este escenario, es que su propuesta se haya enfocado a la reducción de impuestos, así como a la implementación de incentivos a los medios y pequeños empresarios.
“Sin duda busca posicionar la idea de que sí hay una alternativa mejor”, señala el consultor Santiago Nieto. Ante la campaña negativa por su pasado de banquero y ex colaborar de Jamil Mahuad, no ha rehuido al tema. Al contrario, se ha declarado orgulloso de la trayectoria que ha cumplido.
Mauricio Rodas / SUMA / Lista 23
El joven ‘outsider’ que representa lo nuevo
Un ‘outsider’ que puede patear el tablero electoral, desde un nuevo modelo de gobierno alejado del maniqueísmo entre la izquierda y la derecha. Así fue trazada la imagen del presidencial del movimiento SUMA a Mauricio Rodas, en su primera experiencia electoral.
Su juventud (37 años) fue relacionada con una opción nueva y eficaz, que representa una alternativa real y atractiva al actual Régimen.
Por eso, su campaña ha tratado de colocar la idea de que el actual Gobierno también es parte del pasado, mientras que Rodas es el cambio. Su eslogan de campaña resume esa estrategia: “Nuevo es mejor”. En una apuesta ambiciosa, también buscó ‘marketear’ electoralmente al modelo de “gobierno responsable”, que lo patentó desde que saltó a la política pública, desde hace más de dos años.
“Se vendió como un contrapeso al Régimen: una figura joven que no abusa del poder y que tiene un sentido de responsabilidad de manejar las hilos del Estado”, apunta Jorge León.
Norman Wray / Ruptura / Lista 25
El presidencial que rompe los esquemas
El candidato llevó la esencia de su movimiento Ruptura a la campaña: ser un punto de quiebre en comparación del resto de campañas.
Por ello su mensaje más publicitario no cuadró con la tradición que ha experimentado el país. Por primera vez un aspirante presidencial apareció en un ‘spot’ sentado entre las sombras tocando una armónica, mientras los otros candidatos de su agrupación política ofrecen imprimir un nuevo sello a la política desde la Legislatura. “Trató de ser la ruptura electoral, pero sin la fuerza de otros candidatos con mayor imagen”, comenta Santiago Nieto.
Ruptura -desde el principio- fijó que el objetivo de la candidatura presidencial sería el posicionamiento de los valores políticos del movimiento, a mediano y largo plazos.
De ahí que antes que grandes caravanas, Wray fue en “busca” de personas para explicar su propuesta gubernamental, en una suerte de pedagogía política, anclada a fomentar la tolerancia ciudadana ante comportamientos humanos distintos.
Rafae Correa / Alianza País / Lista 35
El gobernante versátil que quiere continuar
Su estrategia fue presentar a un gobernante joven, versátil y exitoso, que hace cambios en el país y que, ahora, pide continuidad para su proyecto.
En ese marco se inscribieron sus dos ‘spots’ televisivos centrales. El uno, en que recorre el país en bicicleta con las obras de su gobierno como escenario. Y el segundo, conocido como el “Ya tenemos Presidente”, en que muestra a Rafael Correa en diferentes facetas en sus seis años de administración.
Desde su rostro adusto al dar un apretón de manos al ex presidente Álvaro Uribe tras el bombardeo de Angostura, hasta sus saludos afectuosos a partidarios. El politólogo Jorge León explica que esa imagen que presenta la campaña de A. País tiene por objetivo contrarrestar la principal crítica a Correa: sus rasgos de autoritarismo y prepotencia. Y, de paso, buscar el apoyo del electorado joven que, según las cifras del padrón, constituye más del 35%. En esa estrategia, Correa tampoco ha dejado de asustar con el retorno del “fantasma del pasado” y de la “partidocracia”, si no es reelegido.