La campaña por la consulta popular que realizó Rafael Correa junto con Alianza País, a inicios del 2011, costó a la organización política USD 62 886. Con este rubro el movimiento oficialista solventó los gastos administrativos, financieros, de personal y de propaganda electoral a escala nacional (ver cuadro adjunto).
El 18 de octubre del 2011, el director de Fiscalización del Consejo Nacional Electoral (CNE), Fabricio Cóndor, presentó el examen sobre las cuentas de campaña de A. País. El entonces presidente Omar Simon conoció estos datos. Sin embargo, fue el 8 de febrero de este año cuando el actual presidente del organismo, Domingo Paredes, dispuso “el cierre de las cuentas de campaña (…) por cuanto se considera que el manejo de los valores y la presentación de cuentas han sido justificados”, versa la resolución.
Pero, ¿con ese rubro el movimiento oficialista pudo cubrir los gastos de una ‘megacampaña’ nacional? Cuatro políticos con experiencia en elecciones coinciden en que es imposible.
“Si gastaron 62 000 en una campaña que costó millones, lo demás fue plata del Estado”, dice el asambleísta Andrés Páez (ID), para quien la cifra reportada por A. País no corresponde a los gastos realizados en los recorridos de Rafael Correa. El legislador se refiere al uso de vehículos oficiales, grandes vallas en las carreteras y ‘megaeventos’ con artistas, sonido, iluminación… Por ello, la Izquierda Democrática (ID) solicitará al Tribunal Contencioso Electoral (TCE) un recurso de revisión de esas cuentas.
Cuando el CNE calificó al presidente Rafael Correa como sujeto político para participar en la consulta popular, las voces críticas apuntaban a que al ser Presidente y sujeto político a la vez, eso provocaría el posible uso de recursos públicos durante la campaña.
Luego de un año, el asambleísta Paco Moncayo ratifica esta postura: “utilizaron todos los recursos de Estado para la campaña”.
Con datos en mano sostiene que todos los que hicieron publicidad por el No, no llegaron ni a la quinta parte de lo que en realidad debió haber gastado el Gobierno.
En este punto crítica al CNE por validar un rubro que “no pudo haber solventado esa campaña”.
Simon afirma que la revisión que realizó Fiscalización electoral en su período fue objetiva, pues ellos en rigor verificaron la proveniencia lícita de los ingresos y la inversión de los recursos “fue un trabajo técnico”.
La RED es una de las 14 organizaciones políticas, cuyas cuentas de campaña están pendientes en el CNE. A Martha Roldós le han solicitado que detalle los gastos por el trabajo del contador y el valor comercial de unos ‘spots’ de Michelena que fueron donados para su campaña. “No todos estamos siendo medidos con la misma vara”, dice.
Por ejemplo, en las cuentas que presentó A. País no constan rubros como los de movilización y alimentación. Simon explica que esos son gastos no reportables, “las cuentas de todos los actores no reportan esos gastos”, contó.
Esto a pesar de que el uso de recursos públicos en la campaña, como vehículos del Estado para movilizarse, fue una crítica que realizó a su tiempo la ex vocal Marcia Caicedo, quien asegura que el CNE quedó con una gran deuda con los ciudadanos.
Pero para Alianza País el asunto de las cuentas es un capítulo cerrado. María Elena Villarreal, quien fue responsable del manejo de las cuentas en la campaña, comenta que en febrero ella y el secretario del movimiento oficialista, Galo Mora, fueron notificados sobre el cierre de los gastos de campaña por parte del CNE.
Ratifica que con USD 62 886 A. País pudo solventar la campaña. Ahora, ella es gobernadora del Carchi, por decisión del presidente Rafael Correa.
País gastó USD 89 390 en promoción electoral
Según la contabilidad de A. País, el movimiento invirtió ese valor en la promoción en medios y vallas. No obstante, según el monitoreo realizado por la ONG Participación Ciudadana, solamente en el mes de marzo del 2011 la Presidencia de la República gastó USD 1 011 333 en la difusión de 297 ‘spots’ oficiales, en diferentes canales. Marcia Caicedo también denunció el arriendo de 30 vallas con el rostro del Presidente, por USD 24 200.
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