Las críticas al proceso de designación del nuevo Fiscal General del Estado han ido creciendo como una bola de nieve. Primero fueron solo las voces de un grupo de veedores que cuestionaron la conformación de la Comisión Ciudadana de Selección, porque supuestamente algunos de sus miembros no cumplían con el requisito de probidad notoria.
Además, se cuestionó la falta de representatividad ciudadana de los nuevos funcionarios.Pero Ulvio Guadalupe, quien obtuvo las mejores valoraciones en el proceso, prefirió no escuchar los cuestionamientos y salió al paso de las críticas. Dijo que las dudas se disiparían con su accionar transparente y ágil.
Guadalupe asumió la titularidad de esta Comisión, que se encargaría de elegir al nuevo Fiscal General del Estado, una de las autoridades más poderosas del sistema democrático.
En cada oportunidad que ha tenido, Guadalupe ha defendido al equipo de trabajo y lo ha respaldado, argumentando que el trabajo que ellos han llevado cabo ha sido inédito en el país y ha estado alejado de la política.Sin embargo, este mes Guadalupe y los otros nueve miembros de la Comisión de Selección volvieron a ser el centro de la atención, por la supuesta falta de transparencia en el concurso. 14 catedráticos universitarios que estaban encargados de realizar las pruebas de conocimientos para el proceso renunciaron. Su argumento fue que supuestamente los miembros de la Comisión les habían pedido que entreguen las claves personales que se les había asignado para salvaguardar el banco de preguntas.Guadalupe y otros comisionados rechazaron estas afirmaciones y aclararon que hubo un problema en el sistema informático que luego fue cambiado. Con esto se trató de silenciar las críticas y se eligió a un nuevo grupo de maestros para que redacten el cuestionario final.
Este banco de preguntas tenía más de 2 000 interrogantes sobre distintos temas, no solamente sobre el derecho ni sobre el trabajo de la Fiscalía.
Esto molestó a los candidatos, que consideraron las preguntas como intrascendentes. Pero Guadalupe nuevamente minimizó los cuestionamientos y señaló que la máxima autoridad de la Fiscalía debe conocer sobre la realidad del país y no solamente sobre jurisprudencia.
La siguiente polémica llegó el fin de semana pasado, cuando se dieron a conocer dos listas que tenían calificaciones diferentes a las hojas de vida de los candidatos, sin que haya una explicación alguna al respecto.
Guadalupe dijo que la revisión de las notas formaba parte del proceso de elección y que las primeras que se conocieron fueron filtradas de forma ilegal y que no constituían la valoración final. Pero ninguno de los 27 candidatos que competían por el cargo quedó satisfecho con los argumentos ofrecidos y consideraron que se quiso beneficiar a Galo Chiriboga, ex ministro del Gobierno de Rafael Correa.
Él recibió un punto extra en la recalificación de sus méritos, por haber dictado una cátedra universitaria, mientras que al resto de sus contendores se les redujo entre tres y 12 puntos.
Este supuesto favoritismo hizo que dos de los postulantes se retiraran del concurso de merecimientos: Xavier Zavala Egas y Juan Vizueta. Ellos estaban entre los mejores puntuados.
En sus cartas de renuncia argumentaron que había demasiadas “trampas” y “vacíos” en el proceso. Y pidieron que se reinicie el concurso de selección desde cero, para dispersar las dudas que se habían generado.
Sin embargo, Guadalupe nuevamente restó importancia a la decisión de Zavala y de Vizueta. Dijo que no comprende los motivos de la salida del proceso y aclaró que ninguna de las cartas de dimisión ha llegado hasta la Comisión. El titular del grupo rechazó cualquier postura en contra del trabajo que ha realizado la Comisión que él dirige. Y puntualizó que el próximo martes acudirá ante el Pleno del Consejo de Participación Ciudadana para explicar, verbalmente, lo que ha sucedido en el proceso.
Guadalupe aseguró que no teme a las amenazas de dos vocales del Consejo de destituirlos de sus funciones y recalcó que seguirá al frente de la Comisión.
Mientras estas dudas se disipan, el proceso permanece suspendido hasta el próximo martes, por una acción de protección pedida por uno de los participantes que fue separado del proceso. Sin embargo, todos los vocales del Consejo de Participación ratifican que el concurso ya no puede empezar desde cero. Así que el próximo Fiscal llegará al cargo, con el peso de haber sido nombrado en un concurso cuestionado duramente.