El presidente Rafael Correa dio un espaldarazo a la concesionaria de agua potable en Guayaquil, Interagua. Este es uno de los hechos anecdóticos que dejan las recientes movilizaciones indígenas en rechazo del proyecto de Ley de Aguas que se frustró en la Asamblea, el jueves anterior.
Hace dos meses, el Presidente aseguraba que el agua en Guayaquil era de mala calidad. Pero la semana pasada dijo que podía “…estar en desacuerdo con esa concesión o con el Alcalde (Jaime Nebot), pero que nadie puede negar que el manejo del agua potable es competencia municipal”.
¿Sus palabras fueron consecuencia del enfrentamiento con los indígenas o significan un apoyo a la gestión del Alcalde? Nebot asegura que el “espaldarazo fue a la Constitución” y no a él.Hace un mes, Susana González, asambleísta de Madera de Guerrero, votó junto con A. País a favor del segundo informe del proyecto de Ley de Aguas, en la Comisión de Soberanía Alimentaria. Lo hizo con la venia del Alcalde.
Dicho documento, entre otros puntos, avala la continuidad de la concesión de Interagua, un tema que fue criticado por el asambleísta indígena Pedro de la Cruz (Fenocin), cercano al oficialismo.
González insiste en que su actuación no comprometió a su bancada a votar a favor de este proyecto en el Pleno. De hecho, sus coidearios Cynthia Viteri y Enrique Herrería pidieron el archivo porque cuestionan la figura de la Autoridad Única del Agua.
Correa y Nebot niegan un acuerdo político. Andrés Roche, legislador de M. de Guerrero, habla, más bien, de coincidencias.
En los últimos dos meses el Cabildo porteño firmó dos acuerdos con entidades del Gobierno. El primero con la Secretaría de Gestión de Riesgos para trabajar en conjunto en eventuales catástrofes naturales. Y el segundo, para la entrega del pabellón de la cárcel, construida por la Corporación para la Seguridad Ciudadana, a la Dirección Nacional de Rehabilitación Social. El Alcalde también analiza la propuesta del Gobierno para trabajar en conjunto en el rescate del estero Salado.
A más de la Ley de Aguas, Madera de Guerrero reconoce que también se ha logrado un consenso con los gobiernistas en las Comisión que elabora el proyecto de Código Orgánico de Ordenamiento Territorial (Cootad).En febrero pasado, Nebot calificó a este tema como una “mamarrachada, que por nosotros va a ser resistida”. El Alcalde puso en agenda este tema, en el marco de sus reclamos al Gobierno por las rentas municipales que terminaron en la marcha masiva del 11 de ese mes. El cruce de declaraciones que se dio entre Correa y Nebot por esos días, auguraba un escenario de ruptura total. Sin embargo, tres meses después, el enfrentamiento entre el Presidente y la figura más fuerte de la oposición ha perdido voltaje.
Según Viteri, lo que a M. de Guerrero le interesa es la agenda legislativa. En el caso del Cootad, por ejemplo, anticipó un acuerdo si “por lo menos se mantiene la fórmula anterior (para entregar rentas a los gobiernos seccionales)”. Caso contrario, su bancada no dará los votos.
Un tercer espacio donde A. País se ha acercado a los nebotistas fue en el juicio político al fiscal Washington Pesántez. Viteri recuerda que en enero un sector del oficialismo, contrario al criterio de Correa, se acercó a M. de Guerrero porque no tenía los votos para presentar el proyecto de pedido de renuncia al funcionario.
Cuando la Asamblea se dispuso a votar porque el juicio político continuara en el Pleno, cinco de los siete legisladores de Madera de Guerrero no estuvieron presentes. La tesis del Presidente, por el archivo del caso, se impuso.
M. de Guerrero no se considera un opositor radical a A.País. Cree que pueden tener coincidencias en temas que beneficien al país.