La forma en que se procesarán las reformas a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) -que tienen el aval de Ecuador- aún no tiene consenso en la OEA.
En la última cita del Consejo Permanente en Washington, el viernes anterior, se evidenció la falta de acuerdo sobre el tema.
Por ello, el texto de la resolución que será conocido por la Asamblea General de la OEA la próxima semana aún está“abierto”.
En este caso específico, los países miembros no están de acuerdo en el modo en que se deben tramitar las recomendaciones formuladas por el Grupo Especial de Trabajo de la OEA. Esa instancia entregó en enero pasado alrededor de 14 recomendaciones, para cambiar el funcionamiento de la CIDH, cuya tarea ha resultado incómoda para países como Ecuador, Venezuela, Colombia, México, entre otros.
Según el texto del proyecto de resolución debatido en el Consejo Permanente, en el organismo hay dos visiones sobre la forma de implementar las sugerencias.
Por un lado están países como Uruguay, Costa Rica, Estados Unidos, Argentina y Chile, que creen que las recomendaciones deben ser analizadas por la CIDH, bajo sus parámetros de autonomía e independencia de la OEA.
Por eso, su texto señala: “Invitar a la CIDH a considerar las recomendaciones dirigidas a esta en el Informe del Grupo Especial de Trabajo, en el marco de su autonomía e independencia”.
En la otra orilla están gobiernos como los de Ecuador, Venezuela, Brasil y Nicaragua, que desean que se “inste” a la CIDH a “implementar” las recomendaciones del Grupo Especial.
Para Francisco Proaño, ex embajador de Ecuador ante la OEA, la diferencia entre ambos textos planteados implica un debate diplomático en el que se expresan los intereses de cada país respecto a la reforma de la CIDH.
El diplomático expresa que términos como “invitar y considerar” empleado por el primer grupo de países tiene un carácter de “sugerencia” para que la CIDH analice esas recomendaciones.
En cambio -dice Proaño- términos como “instar” e “implementar” son casi un mandato para que el organismo de DD.HH. continental acate las sugerencias.
Entre los cambios que plantea ese Grupo Especial está que la CIDH no reciba financiamiento por fuera de la OEA. Especialmente en el caso de la Relatoría Especial de la Libertad de Expresión, que suele ser muy crítica con gobiernos como los de Ecuador.
La Asamblea General, que se reunirá en Bolivia, tendrá la última palabra sobre la resolución.