En el exterior siguen las críticas contra la querella del presidente Rafael Correa contra El Universo, que terminó con un fallo condenatorio.
Esta vez fue el influyente periódico The Washington Post. El rotativo estadounidense dedicó uno de sus editoriales del jueves a cuestionar la forma en que Correa ha puesto cortapisas a la libertad de expresión, a través del uso de los tribunales.
“Autócrata de Ecuador toma duras medidas contra la libertad de prensa”. Ese fue el título de la opinión del diario, que critica la forma en que la Justicia local falló en primera instancia a favor de Correa, que sostiene que su honra fue manchada por El Universo.
“Sin sorprender a nadie, el juez provisional a cargo del caso dictaminó rápidamente a favor del Presidente, sentenciando a Palacio y los tres directores de El Universo a tres años de presión, y otorgando USD 40 millones en daños a Correa –una cantidad que excede el valor total del diario”.
Según el periódico de la capital de EE.UU., este tipo de demandas auspiciadas por Correa tienen por objetivo “silenciar” las voces que cuestionan su gestión.
“Correa está buscando destruir o silenciar la prensa independiente que queda, la cual para su consternación ha abordado tópicos, como los cientos de millones de dólares en contratos del Gobierno asignados a su hermano”.
De esta forma, el The Washington Post señala que no es aislada la querella contra El Universo, tres de sus directivos y el ex editor de Opinión, Emilio Palacio.
Como ejemplo de ello -cita el matutino- está la querella que el Presidente también interpuso contra los periodistas Christian Zurita y Juan Calderón, por su libro que reseña los negocios con el Estado que logró celebrar su hermano, Fabricio Correa.
El editorial hace suyo el pronunciamiento de censura del Relator de Medios de la Comisión Interamericana de DD.HH., que advirtió que la condena a El Universo es un nefasto precedente para la libertad de expresión. La decisión (fallo judicial) constituye una grave advertencia a cualquier ciudadano o medio de comunicación que tiene opiniones o información sobre funcionarios públicos que pudiera ser considerada ofensiva, obstruyendo, por lo tanto, procesos que son naturales en cualquier democracia”.
Por último, el The Washington Post expresa su coincidencia con la desalentadora conclusión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que hace dos semanas visitó el país: “Es una campaña sistemática y hostil para eliminar a la prensa independiente y establecer, por ley o a través de las cortes, (quién tiene) la propiedad de la verdad que todos los ecuatorianos deben tragarse”.
A través de una carta, el Gobierno ecuatoriano respondió las apreciaciones del periódico de EE.UU. En la misiva, el vocero de Carondelet, Fernando Alvarado, señaló que la libertad de prensa en Ecuador está“saludable”.
Como prueba de ello, Alvarado enumeró que en el país circulan alrededor de 35 periódicos y que están al aire 890 estaciones de radio, así como varios canales de TV bajo operación privada.
Mientras que el presidente Correa, en su cuenta de Twitter, respondió: “Leyeron el editorial del Washington Post? pobres gringos, sin entender nada de lo que sucede en nuestra América. Saludos”.
La portada de Correo trajo cola
La prensa oficial del Gobierno ecuatoriano y el diario peruano Correo se enfrascaron en una agria disputa, por la portada del jueves, en la que el diario “repudió” la visita de Rafael Correa a Lima.
Luego de que el Mandatario dedicase con ironía unos versos del poeta Luis Cordero Crespo, en los que tacha de “perro” al diario, este medio también replicó.
Por ejemplo, cuestionó la veracidad de una nota del periódico oficial El Ciudadano, que señalaba que los peruanos estaban indignados con Correo por su portada contra el presidente Correa.
“El diario electrónico El Ciudadano habría utilizado identidades falsas de supuestos ciudadanos peruanos para agraviar al Diario Correo”, señaló el periódico peruano. Y agregó que al revisar la base de datos del Registro de Identificación y Estado Civil del Perú, se constató que no existe el
nombre de Holguer Pinto, citado en la nota de El Ciudadano,
Ante esta denuncia de Correo, El Ciudadano negó que haya inventado la identidad de las personas de esa noticia. “Los ciudadanos peruanos citados en el mencionado artículo son reales y fueron ellos mismos los que proporcionaron sus nombres. Por tanto, decir que El Ciudadano ha incluido en su artículo identidades falsas, como lo asegura el periódico limeño, es falso”.