Cargan ‘sleeping’, pero no pijamas. Tienen carpas, pero no dormirán en ellas. Aunque la organización del Campus Party Quito 2012 (CPQ2) distribuyó en Cemexpo áreas con más de 1000 carpas azules, pegadas unas a otras y con asignación alfabética, los asistentes a la fiesta tecnológica, o campuseros como más se los conoce, no suelen dormir ahí.
En esta segunda edición del evento, los aficionados aprovecharán de la madrugada para consumir contenidos en la Red a 4GB de velocidad e interactuar con los demás campuseros, que llevaron ayer a Cemexpo desde las 24 provincias del país.
“La carpa sirve como armario”, comentó Daniel Maldonado, de 25 años, quien se inscribió como campusero el 31 de mayo. Maldonado, especialista en seguridad, ya asistió al Campus Party el año pasado y ahora está interesado en aprovechar las ‘desconferencias de Barcamp’, una iniciativa donde se relatan las experiencias y anécdotas tecnológicas de manera más vivencial.
Con paraguas sobre su cabeza para evitar los rayos del sol, un gorro y lentes oscuros, Maldonado cargaba dos mochilas. En una guardaba su ropa y en la otra sus equipos electrónicos: una computadora y un disco externo, que se convertirán en sus mejores aliados durante los cinco días de camping. Con estos ‘gadgets’, este campusero podrá compartir información, almacenar datos, descargar archivos y mucho más.
“Hay cinco principios básicos del campusero”, comentó el aficionado Aníbal Pazmiño mientras hacía fila para registrarse e ingresar al ‘camping’. “Hay que hacer amigos, tener mente abierta para disfrutar de las zonas del evento, llevar un ‘gadget’ a la mano con espacio de almacenamiento, contar con un cronograma personal para aprovechar de todas las actividades de interés y participar en los retos, conferencias y talleres”.
Pazmiño, asesor informático, de 30 años, no es novato en el campamento. El anterior también participó en la zona de Ciencia y dice que en el campamento es imposible dormir. “La gente ronca, contesta su celular y conversa hasta la madrugada ”. Siente que ahora no será diferente.
El estudiante de ingeniería en sistemas Joel Aldaz, de 19 años, pagó USD 80 por acceder al Campus y disponer de una carpa pero no estaba seguro de quedarse. La incomodidad de compartir un espacio y duchas pequeñas lo hacían dudar. Mientras Aldaz seguía la fila para el registro inicial del evento, sostenía en sus dos manos cartones que guardaban sus equipos electrónicos, con los cuales aprovechará de los videojuegos en la zona de Ocio.
El campusero Gabriel Gallegos llegó ayer a las 07:00 de Guayaquil y a las 11:00 ya estuvo haciendo fila para reservar una carpa. El desarrollador web, de 29 años, además de cargar un laptop en su equipaje, lleva consigo un muñeco de la película ‘Toy Story’, un detalle que su esposa guardó en su mochila para que los tenga presente a ella y a su hijo.
Gallegos regresará a Guayaquil el domingo por la noche, después de intentar desarrollar una aplicación pata su página web especializada en deportes.
De Calceta, Manabí, llegó también Irvin Cabal junto con 27 amigos más. El estudiante de ingeniería informática, de 21 años, solo quiere experimentar vivencias en el evento y lograr evidenciar la combinación perfecta entre la tecnología, la imagen, el video y conocimiento que se imparte en el Campus Party Quito 2012.