Decidieron salir temprano de casa. Gabriela Domínguez y Brenda Guerrero votaron a las 07:15 y 08:00 respectivamente, en distintos recintos electorales del valle de Los Chillos.
Ellas formaron parte de los 554 888 jóvenes de 16 a 18 años que podían ejercer su derecho al voto facultativo, según el Consejo Nacional Electoral (CNE).
No hubo que esperar a Gabriela, una adolescente de contextura delgada, con zapatillas deportivas y un iPod. Estaba parada, junto con su madre y su abuelita, en la entrada del Colegio Juan de Salinas, en el sector de Sangolquí.
A las 07:05, las inmediaciones del recinto aún lucían vacías de votantes, pero lleno de vendedores de comida y emplasticadores. Y vigilando todo, un enjambre de policías nacionales.
Mientras Gabriela caminaba dentro del plantel, en busca de su mesa número 22, contó que hace días estaba entusiasmada por ejercer el voto por primera vez.
“Es una decisión vital para el futuro del país y es importante que los jóvenes también puedan decidir en eso”. Insiste que llegó a votar muy enterada de las cosas: “Estuve escuchando las propuestas de cada candidato para ver cuál de ellas podía ser la mejor para el país, así que entregué mi voto a Mauricio Rodas (candidato del Movimiento Suma)”.
A eso de las 07:15, Gabriela ingresó a un aula con las papeletas en mano. Tras un par de minutos salió y mencionó que solo espera que su candidato o cualquiera que gane sea más comprometido con el país y pueda ayudar a los jóvenes para que tengan más oportunidades en la educación.
En la mesa 9 de la Escuela Teodoro Wolf, el centro de Alangasí, sufragó Brenda Guerrero , de 17 años. A las 08:00 llegó y votó.
Mientras esperaba que le entregaran las papeletas se mostraba nerviosa. “No es para menos pues es la primera vez que voto, mi expectativa es grande porque al ejercer el voto sé que estoy colaborando con el país y apoyando a la democracia”, mencionó e ingresó al aula para marcar sus papeletas.
Cuando ya tenía su certificado de votación en la mano agregó: “No vengo a ciegas, traté de informarme bastante de las opciones y poder elegir bien. Yo me decidí a apoyar a Guillermo Lasso porque creo que tiene buenas ideas para liderar al país”. Antes de marcharse acota que espera que el ganador tenga “unas ideas renovadoras, encamine bien al país y sepa llevarnos a un progreso que necesitamos todos”.
Según el Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia (CNNA), en la primera elección acudieron a votar alrededor de 300 000 jóvenes, mientras que en la segunda se acercaron aproximadamente 350 000 y para esta ocasión se esperaban 400 000.
Para Álvaro Sáenz, secretario ejecutivo del CNNA, el voto facultativo es un avance significativo siempre y cuando esté acompañado por un proceso de concienciación y de responsabilidad por parte de los nuevos electores.
El sociólogo Daniel Granda puntualiza que “haber ubicado en la Constitución el derecho al voto a menores de 18 años es una ligereza y una novelería, un manipuleo de un universo electoral de los adolescentes”.
Lo dice porque considera que a esa edad todavía la persona es tremendamente influenciable por la opinión de sus padres, de sus maestros, de sus amigos…
“La plena responsabilidad está a partir de que el ser humano ha adquirido niveles completos de racionalidad, eso es, en consenso universal, a los 18 años. La gran mayoría de Estados en donde el derecho al voto se da a los menores responde a situaciones coyunturales y de manipuleo de la opinión de esos jóvenes”.
Pero Gabriela Domínguez y Brenda Guerrero no se consideran manipuladas. Gabriela responde: “Cada uno tiene su tiempo en que ya madura y sabe si está consciente de lo que va a hacer”.
LA CIFRA
554 888 habilitados Son los jóvenes entre 16 y 18 años que constaban en el padrón.