Además de ser la mujer fuerte del Gabinete, usted es madre y abuela.
Sí, tengo dos hijos, de 24 y 25 años. La mayor es bióloga, se casó y me hizo abuela temprano. Tengo dos nietos, de 5 y 3 años.
¿Chochea con ellos?
Sí, pero viven en Cuenca, me ven más por televisión.
Pero las fricciones en Alianza País, por el fallido juicio político al fiscal Washington Pesántez, hacen que su imagen no sea de una dulce abuelita. ¿No le parece?
Quizás. La política está asociada a lo duro, muchas veces a lo oscuro, a los juegos de poder. Las mujeres cambiaremos eso. La firmeza con la que me ha tocado actuar no está reñida con la transparencia y claridad de opiniones.
Para usted es firmeza y para varios asambleístas del bloque, una dictadura. ¿Pidió la expulsión de María Paula Romo y la sacó del buró?
En absoluto, lo niego, debe ser un prejuicio. Tengo una trayectoria política larga, he militado en organizaciones desde muy joven.
¿En el Pcmle y el MPD?
No, en ese partido, pero sí en la izquierda. Estuve ligada al MPD.
¿Cuánto tiempo?
Una década. Mi padre, Rubén Soliz, fue fundador y uno de los primeros concejales.
¿Tiene rezagos del toque estalinista y de lo que son las fuerzas de choque del MPD?
Dios mío, me apena que me vinculen con eso. He estado en organizaciones desde los 15 años. Fui parte de un movimiento de (Monseñor Leonidas Proaño). Siempre reprobé los métodos del MPD.
Ahora reemplaza a Ricardo Patiño. Paco Velasco y otros asambleístas han dicho, por sus comentarios sobre la muerte cruzada, que el cargo le ha quedado grande.
Es una mala interpretación de mi papel: apuntalar los espacios organizativos y la decisión colectiva. Cuando fui nombrada ministra, el 28 de enero, el tema del Fiscal ya había polarizado al bloque.
¿Cuál es su rol, entonces?
Coordinar los temas del Ejecutivo con la bancada. Traslado decisiones, pido organicidad. Soy orgánica. Si las decisiones se deliberan en un colectivo, la mayoría decide. Ni en un club de barrio los militantes hacen lo que quieren.
¿Quién pide organicidad?
Es un mandato del presidente Rafael Correa. Él es el jefe del movimiento. Pasamos de una etapa electoral a una de consolidación. Hay que crear estatutos y normas de funcionamiento.
Ese discurso de organicidad trae inconformidad. Fernando González, expulsado de A. País, asegura que él no es un incondicional.
Hay una mala interpretación de la lealtad política y la incondicionalidad. Nadie puede pensar que queremos gente dócil, que no piense, es una tergiversación interesada. A la oposición le interesa vernos divididos, desorganizados, indisciplinados.
¿Ud. disciplina al bloque?
Mi esfuerzo no es un mandato ni una ocurrencia personal, sino el acuerdo del buró y del Presidente para lograr la formación seria de un partido. Hay un reglamento electoral, que pide reinscripción, estatutos, código ético.
¿Por qué el Ejecutivo defiende tanto al Fiscal?
No ha sido una defensa al Fiscal sino al debido proceso, hubo más carga de las tintas hacia el lado de que el Fiscal sea condenado. Al final, esta semana, hubo dos votaciones en el Pleno, la mayoría negó que se considerara el caso.
¿Qué hacer con los testimonios que evidenciaron que algo raro ocurre en la Fiscalía?
No fueron contundentes para convencer a la Comisión de Fiscalización, según dice la Ley.
¿Pero no quedan dudas?
A la autoridad juzgada le corresponderá despejar esas dudas. La Asamblea debe evaluar qué tipo de fiscalización quiere, mientras esas son las reglas del juego…
Pero en política hay que ser y parecer. Los ciudadanos ven mal esa defensa.
Son temas con una sobreexposición mediática, cargada hacia juzgar y hacer escándalo antes.
¿Por qué el Gobierno siempre culpa a los medios que solo cubren hechos?
Sí, a veces, pero también los medios juegan un papel político y de opinión muy fuerte.
¿Lo dice con conocimiento de causa? Su pareja sentimental es Carlos Ochoa, conductor de Gamatv.
Lo digo por lo que vivo todos los días. Hice una declaración en Radio Sucesos y dije todo lo contrario a lo que un diario tituló. Que no estábamos en escenario de la muerte cruzada.
¿Cómo ve el Presidente la reacción del Fiscal en los medios? ¿Se siente ganador?
No debe haber triunfalismos de ningún lado. Ha sido un proceso duro, que nos tiene en un momento de reflexión, lo evaluaremos la próxima semana.
¿Esto le costó a María Paula Romo perder espacio dentro del buró, por ejemplo?
Los interpelantes deben hacer un balance de sus actuaciones políticas. En el caso de María Paula, de Ruptura de los 25, no por este tema, sino desde el buró realizado en Salinas, define cómo su organización se integra al proyecto.
¿Volverá al buró Romo?
De hecho estamos reestructurando todas las instancias de organización. Tenemos que ir a la convención nacional a inscribir una nueva directiva.
¿Es Irina Cabezas la bisagra entre la Asamblea y el buró? Acaba de telefonearle.
El Presidente quiere, aunque no hay una decisión, que estén ella, el ‘Corcho’ (Fernando Cordero) y quizá más asambleístas.