Los dos asesores políticos Jaime Durán y Santiago Nieto hablan sobre su experiencia en campañas en la región y la situación política actual del Ecuador.
En la estrategia política hay una fórmula secreta para tener un candidato ganador. Como en los cuentos infantiles de convertir a un sapo en un príncipe.
Nieto. La verdad no. Lo que se hace en una estrategia es investigar al candidato. Entonces, cada estrategia y cada campaña son un traje a la medida, con todas las características de la persona. Hay que investigar qué piensa la gente, qué piensa del liderazgo, qué piensan los otros candidatos.
¿Cómo saber qué quiere la gente y que el candidato refleje ese sentimiento?
Durán. Con investigación. Todo candidato, todo presidente está rodeado por un grupo de gente que aplaude lo que dice. Son estas cortes las que enferman a los mandatarios. La única forma de romper eso y saber lo que quiere la gente común es la encuesta, el focus (técnica de investigación), el trabajo del técnico que no está militando y que a veces da malas noticias al Presidente.
¿Qué pasa cuando un candidato no cumple con las expectativas de la gente, pero quiere postularse? Ustedes le dicen no vaya a elecciones.
N. Un líder no está hecho para hacer lo que las encuestas dicen. Parte del liderazgo es comunicar un proyecto para solucionar los problemas de la gente. Ese es el secreto, ver cómo el candidato con sus principios e ideologías puede transmitir a la gente un mensaje, orientarlos hasta lo que considera un proyecto de país. Eso se hace por medio de la investigación y de la estrategia.
¿Se puede decir, qué quiere actualmente el electorado de Ecuador y la región?
D. En cada país y momento es distinto. Lo que quería el electo-rado ecuatoriano hace un año es distinto a lo que sucede hoy. Creer que la opinión pública es permanente es algo equivocado. N. No existe la palabra electorado, el pueblo, la generalización no existe. Un joven del sur de Quito piensa y se manifiesta políticamente diferente que uno del norte. Y a cada uno hay que llegar de diferente manera.
¿El mensaje es importante?
D. El mensaje es la última etapa de la estrategia. Lo esencial es conocer la propia imagen, al adversario, en qué terreno hay que pelear, cuáles son los objetivos. Además, saber a qué grupo se puede llegar. Hay que analizar al electorado, no para manipularle sino para llegar con un mensaje claro.
Analizar las fortalezas, al adversario, el terreno parece una táctica de guerra.
N. Es una estrategia. Todos los elementos que Jaime dijo son capítulos que se desarrollan en una estrategia electoral, que tiene que ver mucho con la estrategia militar. Son primas hermanas.
¿Qué tanto pesa la ideología de un candidato?
N. Desde hace unos 10 años, hemos realizado encuestas desde México a Argentina, donde preguntamos ¿quiere que el próximo candidato sea de izquierda, de derecha o no le importa? Alrededor del 12 por ciento en el continente quiere que sea de derecha, el otro 12 de izquierda y el resto dice que no le interesa. Cuando preguntamos ¿usted se considera de derecha o izquierda o no le interesa? Sucede lo mismo, más del 75% no tiene en la cabeza el paradigma, la pelea de la guerra fría, no lo vive como un presente. Son discusiones de cómo se hacía la política durante la segunda mitad del siglo XX.
¿En la región se habla de los gobiernos del socialismo del siglo XXI y de su fuerza?
N. Esas dos palabras han perdido su sentido. Hay muchos políticos que entran con la izquierda, pero gobiernan con la mano derecha o viceversa. Se pensaba que Lula sería un extremista del siglo pasado, pero resultó ser un socialista del siglo XXI.
D. Hay gobiernos como el de Hugo Chávez, que se supone que es el paradigma de lo que es la izquierda, pero debe producirle al cadáver de Carlos Marx unos espasmos espantosos, al declararse amigo del gobierno más reaccionario del mundo, como el de Irán. Un gobierno de obispos, que piensan que la tierra es plana, que matan a mujeres y a disidentes. Desde la ultraderecha de la teocracia, si Marx resucitara, mataría a patadas al Coronel.
¿Ecuador pasará unos tres años sin elecciones. Las personas pueden empezar este momento su campaña, con un virtual contendor como Rafael Correa?
D. La política es una actividad permanente. Si alguien quiere ser candidato debe saber qué imagen tiene. Si es mala mejorarla o como el caso de la mayoría de oposición, que es desconocida, es darse a conocer. Usted no puede dedicarse a los negocios o al deporte dos años y el último debe ser candidato.
N. El elector cuando ve al candidato solo en época de campaña se enoja mucho, porque piensa que le están usando. Ahora, la gente pide más participación en la política, desde su pequeño espacio más participación.
En el país hay la imagen de que Rafael Correa es imbatible. ¿Ustedes lo comparten?
D. Nadie es imbatible.
N. No hay enemigo pequeño. Hay que tener cuidado, el poder es una droga que suele hacer perder la capacidad de razonar a las personas. Nada es imposible en política. Hemos logrado del 4% llegar al 42. En ciudades como Buenos Aires, donde se concentra el mayor número de intelectuales de izquierda, ganó un candidato de derecha. En la política nada es imposible.
D. Lo que no significa que Correa no esté fuerte. La política es impredecible, depende de cómo se comportan los líderes, de la gente y de variables como la economía. En la crisis económica de Argentina cayeron 5 presidentes.
Ustedes ven un líder que pudiera ser un contrapeso fuerte para Correa.
N. En tres años se puede trabajar para construir un liderazgo. Hay algunas figuras que están en el escenario de la política, el más fuerte es Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil. La ciudad que es un símbolo de resistencia al plan de país que propone Correa. Aparte no hay mucho, pero en tres años se puede trabajar.
La política ecuatoriana es muy fragmentada y eso ayuda a Correa.
D. En todos los países hay división. Cada líder quiere ser presidente, pero sucede lo mismo que en una maratón unos se quedan en el camino. Hay que ver quiénes llegan y serán los que tengan mejor imagen, los que comprendan más el mensaje de la gente, no los que insulten a Correa.
No sería aconsejable subir al ‘ring’ con Correa. Él siempre busca la confrontación.
N. Eso es parte de tener una estrategia. Correa tiene un equipo interesante, tiene su estrategia desde que descalabró a los partidos. Es decir, un buen candidato y una estrategia aseguran una campaña exitosa. En este ámbito Correa es un buen candidato, tiene una táctica definida y hace investigación, se puede decir que es parte de este liderazgo moderno que usa estos mecanismos para mantenerse en el poder.
Entonces, ¿hay que llegar al gusto de la gente?
D. Hay que saber dialogar y que la gente le comprenda a uno.
Un manual para los candidatos
Jaime Durán y Santiago Nieto lanzaron la semana pasada el libro ‘El arte de ganar, cómo usar el ataque en campañas electorales exitosas’. El texto -que supera las 400 páginas- es un manual sobre cómo afrontar una contienda electoral moderna y que rinda frutos para el candidato.
El contenido ofrece técnicas profesionales para construir una comunicación eficaz que conduzca al triunfo electoral a través de teorías. Asimismo, se acompaña por las experiencias vividas en varios países de Latinoamérica.
Durán y Nieto han asesorado con éxito a candidatos en el continente. Entre ellos se destacan sus trabajos de campañas en Argentina, Brasil y México. Dos de ellas llaman especialmente la atención: la de Francisco de Narváez, quien ganó la carrera al Congreso argentino, representando a la provincia de Buenos Aires.
También la asesoría al ex presidente Néstor Kirchner, quien era una de las figuras más fuertes de la política de la nación gaucha.
Otra apuesta triunfante fue la campaña de Marina Silva, en Brasil. Ella alcanzó el tercer lugar en las recientes elecciones para ser Presidente del gigante sudamericano. Su apuesta para lograr ese puesto fue una estrategia de campaña basada en el optimismo, en la protección al ambiente y en mejorar la educación.
Los autores pretenden redactar de forma sencilla sus experiencias en el tema de la asesoría en las campañas políticas.
Durán es uno de los pioneros en la consultoría política en América Latina, fue director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y fue parte del equipo de Gobierno del ex presidente Jamil Mahuad.
Mientras que Nieto también ha trabajado en consultoría política por más de 20 años. Es vicepresidente ejecutivo de Durán Barba & Asociados y es director de la encuestadora Informe Confidencial. Además, es profesor universitario en Estados Unidos, México y Ecuador.