El movimiento sindical del país marchará fraccionado hoy, en el Día Internacional del Trabajo. Algunas de sus cabezas están con el Régimen y otras, opuestas a lo que llaman una política antilaboral, que se endureció más con el Decreto Ejecutivo 813 de octubre del 2011.
Este hizo posible las renuncias obligatorias en el sector público que terminó con despido.
De que el Gobierno ha logrado su objetivo de dividirlos hablan dirigentes de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitaria de Trabajadores (Cedocut) y de la Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE), que integran el Frente Unitario de Trabajadores (FUT).
“Hoy tenemos dirigentes entregados al Gobierno, por sostener privilegios y puestos burocráticos”, señala Edwin Bedoya, vicepresidente de la Cedocut y presidente de la Federación de Trabajadores de Pichincha de la Cedocut. Él trabaja en General Motors, es ensamblador de vehículos, desde hace 24 de sus 47 años.
Ayer, él coordinaba algunas actividades que se desarrollarán hoy, en la sede de la Cedocut, en la Flores y Manabí, en el Centro de Quito. En el local, algunos activistas pintaban banderas. El presidente, Mesías Tatamuez, brindaba información a los medios de comunicación. Esta mañana, los afiliados a la Cedocut se concentrarán a las 08:00, en la Plaza República, en la zona de la Prefectura, en Santa Prisca. Los de la Ceosl, en el edificio Benalcázar Mil, muy cerca, también sobre la av. 10 de Agosto. Y los de la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE), en la Caja del Seguro Social. Todos planean caminar hasta la plaza de San Francisco, en donde ayer se iba a instalar una tarima, para los discursos; y para entregar un proyecto de reforma al Código de Trabajo al pueblo.
Del lado del Régimen está la Confederación de Trabajadores del Sector Público, cuyos militantes se concentrarán en el parque El Arbolito, a las 09:00, y también planean llegar hasta la plaza de San Francisco. Estos, según la agencia Andes, invitaron al presidente Correa a ser parte de la movilización. Su titular, Marcelo Solórzano, lamenta que las organizaciones “del otro lado, que no quieren dejar la protesta y la piedra, no tengan una propuesta”, indicó Andes. También participará una fracción de la CTE, que desde marzo tiene dos presidentes, uno reconocido por el Ministerio de Relaciones Laborales (Édgar Sarango) y otro (Santiago Yagual), quien critica ciertas políticas.