Uno de los hechos políticos que marcó el 2013 fue el liderazgo de las mujeres en la Asamblea Nacional.
En este período se logró una cifra histórica de paridad entre hombres y mujeres, desde que el Ecuador retornó a la democracia, con un 41% de legisladoras (57 curules de 137).
A esto se sumó que por primera vez, tres mujeres dirigieran el Poder Legislativo. Bajo su mando se aprobaron 15 cuerpos legales, entre nuevas leyes y reformas. Entre las más polémicas están la Ley de Comunicación, el nuevo Código Orgánico Integral Penal (COIP) así como las reformas a la Ley Minera. Se dio paso además a 12 convenios y tratados internacionales y 14 resoluciones relacionadas con diversos temas de interés nacional, como por ejemplo la autorización de la explotación dentro del Parque Nacional Yasuní. Uno de los temas que puso sobre el paredón a las legisladoras fue el COIP y la tipificación de delitos como el aborto o el femicidio, pues estaba de por medio el tema de los derechos sexuales y reproductivos.
Sobre su labor, hay dos balances. Para el oficialismo fue un año legislativo positivo pues a más de la aprobación de normas claves para el Gobierno que permanecían estancadas, se demostró la capacidad de las mujeres para manejar un poder tan complejo. Pero del lado de la oposición, se ratificó la falta de independencia de la Función Legislativa con una agenda dependiente del Ejecutivo y un tratamiento exclusivo de Alianza País de las leyes, sin que ellos hayan tenido la oportunidad de incidir en dichas normas.
A continuación los cinco temas en los que ellas fueron protagonistas en el año que acabó.
Tres mujeres en el podio del Palacio, por primera vez
Gabriela Rivadeneira, con 29 años de edad se convirtió en la mujer política más joven en la región en asumir la titularidad del Poder Legislativo. La candidata más votada por Alianza País tomó las riendas de la Asamblea el 14 de mayo ante la expectativa de opositores y oficialistas.
“Legislar desde todos y para todos” fue una de sus primeras frases. A esto se sumó el discurso de la Asamblea de puertas abiertas, inclusiva y participativa.
Rivadeneira imprimió en estos meses su propio estilo para manejar y administrar la Legislatura.
La proliferación de festejos y la invitación a artistas ha sido uno de sus sellos. A esto se suma que ella ha acogido la mayoría de planteamientos del Gobierno, pese a que la oposición le ha exigido mostrar más autonomía. Un logro fue su designación como presidenta alterna del Parlamento Latinoamericano. A su labor se suma la colaboración de otras dos mujeres oficialistas que ocupan las vicepresidencias: Marcela Aguiñaga y Rosana Alvarado. La primera tuvo un papel clave en la defensa de la explotación petrolera dentro del Parque Nacional Yasuní. Como ex ministra de Ambiente lanzó una serie de argumentos por la extracción. La segunda dirigió la primera votación del Código Penal.
Puertas afuera la gestión de las tres luce coordinada. Sin embargo, el debate sobre el aborto y el regreso de la Policía a la Escolta Legislativa generó divergencias entre ellas, aunque de forma interna.
La despenalización del aborto y el castigo a tres legisladoras
La postura que mantuvieron las oficialistas Paola Pabón, Gina Godoy y Soledad Buendía, por el tema del aborto, causó un cisma al interior de Alianza País. Ellas se oponían públicamente a que esa práctica sea tipificada como un delito y apoyaban su despenalización en todos los casos de violación. Sin embargo, esta postura era contraria a la del presidente Rafael Correa, quien aseguró que en este tema ya se llegó a un acuerdo al interior del bloque.
Cuando el libreto del oficialismo para el tratamiento de la norma parecía estar consolidado, Pabón sorprendió con una moción para debatir el tema del aborto como un capítulo especial y no en paquete. “A mí me ha costado mucho más trabajo las deslealtades, traiciones de los supuestos amigos que los aciertos de los enemigos. Estoy cansado de esto, de que se tomen decisiones, se llenan la boca hablando de democracia, y luego hacen todo lo contrario para ver si aprovechan la oportunidad”. Fueron las palabras que el presidente Correa pronunció luego de conocer ese proceder. Al siguiente día, Pabón retiró dicha moción y aclaró que “no somos traidoras”.
Cinco días después las tres legisladoras fueron sancionadas por el Comité de Disciplina con un mes fuera de las filas del Pleno. Para la oposición esto evidenció una falta de tolerancia a las posturas divergentes, concluyendo que por más presencia femenina que haya en la Asamblea, los temas de género no logran un verdadero espacio.
‘Dalo’ Bucaram fue amonestado por ‘ofender’ a sus colegas
El legislador del PRE, Abdalá (Dalo) Bucaram fue el único funcionario amonestado por el Consejo de Administración Legislativa (CAL) durante el 2013. “Que aquellas que pretendan vestirse de moral es mejor que anden desnudas, porque andan embriagándose en la Asamblea y bailando en los pasillos con sus asesores”, fue la frase por la cual la oficialista Zobeida Gudiño pidió que se le aplique la máxima sanción. En su criterio, esta habría sido ofensiva contra las mujeres.
Por ello luego del análisis, seis de los siete vocales del CAL aplicaron la máxima sanción que establece la Ley Orgánica de la Función Legislativa en contra de un parlamentario: la suspensión temporal del ejercicio de su cargo, sin derecho a sueldo por 30 días. Según estos seis integrantes, Bucaram utilizó términos ofensivos en una sesión del Pleno que atentaron contra la honra de las asambleístas.
Pero la forma en la que procedió el CAL generó un cruce de criterios y reclamos entre los parlamentarios. Los oficialistas y sus aliados dijeron que la sanción fue “ejemplarizadora” y que, simplemente, se aplicó el reglamento interno. Pero los opositores denunciaron que no se respetaron los derechos a la defensa y al debido proceso.
Bucaram ratificó que su intención no era ofender a la mujeres y argumentó que sus palabras se referían a la “desnudez moral y a la doble moral de los oficialistas”.
Alicia Cawiya y un grupo de feministas sacudieron el Pleno
Durante el 2013, la Asamblea no estuvo exenta de las polémicas, aunque en esta ocasión las protagonistas fueron las mujeres. La explotación petrolera dentro del Parque Nacional Yasuní y el debate sobre el aborto fueron los temas en los cuales se generaron reacciones inesperadas.
En el primer tema la intervención de la líder waorani, Alicia Cawiya se le salió de las manos al oficialismo. La mujer que fue invitada por Alianza País para pronunciar un discurso proextractivo, se alejó de ese libreto. “Siete empresas trabajaron en tierra waorani y más pobreza hemos quedado. ¿Por qué murieron los taromenane? ¡Por abrir las carreteras! Déjennos vivir como queremos. Es nuestra propuesta”. Este es parte del discurso que pronunció Cawiya ante el aplauso de los opositores. Luego, ella junto a un grupo de dirigentes del sur de la Amazonía protagonizaron la ‘Marcha de las Mujeres Amazónicas” cuyo principal pedido era el respeto de sus territorios. El presidente Correa no las recibió.
Otro capítulo incómodo para los legisladores se dio durante el debate del Código Integral Penal, que fue abanderado por Rosana Alvarado. En medio Pleno, dos activistas de los derechos reproductivos desnudaron sus torsos sobre los cuales escribieron mensajes que ratificaban el derecho de las mujeres sobre sus cuerpos. Lo propio sucedió en las gradas superiores donde se ubicaron siete manifestantes.
Tres opositoras se abanderaron de los discursos más críticos
El protagonismo no solo estuvo en la arena del oficialismo. Desde la oposición tres legisladoras experimentadas levantaron la voz de la crítica durante el tratamiento de las distintas normas. Se trata de las políticas Lourdes Tibán (Pachakutik); Cynthia Viteri (Partido Social Cristiano) y Mae Montaño (Creo).
Tibán ha sido la más crítica de las tres legisladoras, siempre interviene en el Pleno y es conocida por su estilo frontal y directo. La recriminación al legislador Virgilio Hernández, a quien recordó que también perdió antes las elecciones, así como la proyección de diapositivas en contra de Carlos Viteri Gualinga, en el marco de la explotación del ITT, forman parte de esta lista de sus ‘perlas’.
Con un discurso más moderado está Montaño. Ella ha criticado permanentemente que la oposición no tenga la posibilidad de incidir en las leyes claves y ha llamado en varias ocasiones a la apertura por parte de Alianza País.
“Esta es una Asamblea que ha sido secuestrada en su Función Legislativa básica por el Ejecutivo; esta es una Asamblea y una Función Legislativa que no tiene autonomía, que no tiene independencia, en donde el Presidente se ha convertido en el único legislador”.
Finalmente está Viteri que en temas como el Código Integral Penal aseguró que se trataba de una norma pro delincuencial que afectará la seguridad de los ciudadanos.