Salvador Quishpe, prefecto de Zamora Chinchipe, es la principal figura política que hace frente al gobierno de Rafael Correa en lo referente al tema minero.
Se enfrentaron de palabras en varias ocasiones. La última fue en noviembre pasado, tres días antes de las elecciones para nombrar a las autoridades de Nuevo Paraíso, la parroquia, donde nació Quishpe hace 40 años.
Él tomó el liderazgo inicial de la marcha que salió el jueves pasado desde El Pangui. Él recibe aplausos en cada pueblo, principalmente de los indígenas. Desde el pasado sábado, le acompaña su madre, Francisca Lozano, de 60 años. Ella cree que su hijo fue forjando la resistencia por los problemas sociales (agua, tierras, minería…) “Sufro cuando los enemigos insultan a mi hijo”.
Según Quishpe, con la marcha se fortalece su lucha social y lo hace más fuerte para seguir. En sus discursos, Quishpe habla sobre supuestas ilegalidades y violaciones a la Constitución, “que empañan la firma del contrato con la minera ECSA”.
Durante la marcha, mantiene diálogos telefónicos constantes para coordinar su avance. Además, habla con asambleístas de Pachakutik y de oposición al Régimen. Con ellos busca impulsar un juicio político contra los ministros de Ambiente, Marcela Aguiñaga y Recursos Naturales no Renovables, Wilson Pástor.
Ayer, a su arribo a Azogues, el alcalde de Cañar, Belisario Chimborazo, destacó la lucha frontal de Quishpe por el agua.