El Gobierno de Brasil desmintió que su presidenta, Dilma Rousseff, visite Ecuador este mes. Así lo había anunciado el presidente Rafael Correa, en marzo, cuando estuvo de paso en la ciudad de Fortaleza. En la reunión que ayer mantuvo el canciller Ricardo Patiño con su homólogo Antonio Patriota, la posibilidad del viaje fue descartada.
“No hay ninguna visita prevista en este momento, como ustedes saben el calendario de viajes (de Rousseff) fue muy intenso, en estos primeros meses del año. No significa que no tenga intención de visitar los países sudamericanos, todo lo contrario”, afirmó Patriota. Él indicó que ambos gobiernos se empeñarán en “ encontrar ” un momento para ese viaje “en el más breve plazo posible”.
Las relaciones entre Brasil y Ecuador se debilitaron fuertemente en 2008 por la decisión del Gobierno ecuatoriano de expulsar a la constructora brasileña Odebrecht, acusándola de haber ocasionado perjuicios al país por fallas en una obra. En 2010, la petrolera brasileña Petrobras dejó sus operaciones en Ecuador, tras negarse a firmar un nuevo contrato que preveía mayores ganancias para el Estado.
Por otro lado, el Gobierno de Ecuador declaró su compromiso con la cumbre del desarrollo sustentable de la ONU Río+20 que espera reunir a 100 gobernantes en Brasil en junio, y anunció la participación del presidente Rafael Correa, en ese encuentro.
En el ámbito bilateral los cancilleres anunciaron que establecerán reuniones dos veces por año. “Esto refleja una reanudación del impulso con un socio estratégico de Brasil”, dijo Patriota. Entre el 2004 y 2011 el intercambio comercial bilateral se duplicó, pues pasó de 575 millones a casi un billón de dólares.