El Gobierno ecuatoriano llegó a Ipiales (Colombia) con una postura clara. Que Bogotá asuma su corresponsabilidad en la crisis de refugiados en la zona de frontera y que se retomen las reuniones de la Comisión de Asuntos Sensibles, de cara al restablecimiento pleno de las relaciones bilaterales.
Tras cinco horas de reunión, los cancilleres de Ecuador, Ricardo Patiño, y de Colombia, María Ángela Holguín, llegaron a ocho temas de acuerdo. Resolvieron crear una comisión especial que se encargará de analizar la situación de las personas que viven en Ecuador como refugiados.El miércoles pasado, Patiño dijo que el gobierno de Juan Manuel Santos ha mostrado su interés por compartir los esfuerzos para ayudar a mejorar la calidad de vida de los colombianos que han huido de su país por la violencia.
Según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), en Ecuador hay más de 50 000 personas que tienen esa condición. Sin embargo, el Gobierno de Quito manifiesta que las cifras reales, según el último censo fronterizo, señalan más de 150 000 personas que están en el país a la espera de ser reconocidas como refugiados.
La senadora de Colombia, Miriam Paredes, reconoció que su país tiene que asumir su participación y ayudar a sus compatriotas a regresar a su tierra natal. “Nosotros hablamos con la canciller Holguín sobre la seguridad y los refugiados, temas sobre los cuales Ecuador ha pedido compromisos”, expresó.
A su juicio, entre el 2007 y el 2010, el número de refugiados se ha incrementado notablemente. Según Acnur, en el 2008 había unas 18 000 personas bajo esa condición y ahora son 50 000. “El Gobierno ecuatoriano obviamente viene exigiendo reciprocidad”, dijo la senadora Paredes.
Los cancilleres decidieron iniciar las políticas para que los ciudadanos colombianos retornen a su país. Aunque reconocen que esa meta forma parte de las medidas de seguridad que deben implementarse en los dos estados.
“El Gobierno colombiano ha acogido nuestros pedidos. La Canciller ha señalado que es un tema que debe empezar a atenderse y pensar en mecanismos para traerlos a Colombia. Eso significa que está en su agenda. Es la primera vez que escuchamos una propuesta mucho más estructurada”, comentó el ministro de Seguridad, Miguel Carvajal.
En el encuentro de ayer, que se realizó en la Hostería Mayasquer, en la fronteriza ciudad nariñense de Ipiales, se resolvió que la Comisión de Asuntos Sensibles se reúna en octubre próximo.
Allí se analizarán los temas que están pendientes sobre el restablecimiento de las relaciones. Entre ellos: la entrega de toda la información referente a la incursión armada en Angostura. También se hablará sobre la designación de los embajadores.
La cita de ayer fue diseñada, en un inicio, para tratar temas de la llamada “agenda positiva”. Es decir: medidas de desarrollo local y social para los pueblos fronterizos de las dos naciones.
Pero varias autoridades ecuatorianas y colombianas presionaron con los temas más complejos. Por ejemplo, la creación de un organismo binacional que se encargue de facilitar los trámites migratorios y de aduana. Esta fue la propuesta del alcalde de Tulcán, Julio Robles, quien planteó medidas para terminar con la ‘burocracia’ de los trámites en los dos países.
“Fuimos más allá de la agenda que teníamos prevista, para poder tratar los temas que le interesan a nuestros pueblos”, señaló Patiño. Por ello, se reinstalará la Comisión de Vecindad, que fue suspendida luego de la ruptura de relaciones entre los dos estados, el 1 de marzo del 2008. Allí se analizará la posibilidad de conformar comités fronterizos sobre salud, vialidad, educación, etc. La Comisión se reunirá la segunda quincena de octubre, en Bogotá.
Otro tema de interés fue la ampliación del puente internacional Rumichaca. En tres meses terminarán los estudios técnicos para iniciar con la obra.