El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, rechazó hoy lo que consideró una “inaceptable injerencia” en los asuntos de su país por parte de la Unión Europea (UE), que manifestó preocupación por un juicio penal del mandatario contra el diario El Universo.
“Es una inaceptable injerencia en asuntos ecuatorianos que la hemos rechazado con toda la firmeza del caso”, dijo el gobernante a la prensa una semana después de que la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, se refiriera al caso judicial.
Ironizando, Correa agregó que “correspondientemente entonces ya les vamos a revisar el proceso contra el juez (español Baltasar) Garzón porque no confiamos en los tribunales de la Unión Europea”.
El magistrado fue condenado el jueves por el Tribunal Supremo español a once años de inhabilitación por vulnerar el derecho a la defensa al ordenar escuchas en prisión entre detenidos y sus abogados en un caso de corrupción que implicó a altos cargos del Partido Popular (derecha), que ahora gobierna España.
Garzón, quien ordenara la detención del ex dictador chileno Augusto Pinochet en 1998 en Londres, lidera una veeduría internacional a cargo de una reestructuración de la justicia ecuatoriana.
“Hay alguna gente que cree que todavía estamos en la época de la colonia, no han entendido lo que está pasando en América Latina”, anotó Correa, en cuyo juicio por injurias tres directivos y un ex editor de opinión de El Universo fueron sentenciados en segunda instancia a tres años de cárcel y al pago solidario de 40 millones de dólares.
Ashton sostuvo ante el Parlamento Europeo que si en una casación planteada por el periódico, que aún está por resolverse, la suprema Corte de Justicia de Ecuador revierte lo que “ha sido hecho, entonces habrá alcanzado la solución a través de un proceso judicial”, según citó el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño.
Pero también señaló que “si no lo hacen, entonces nosotros veremos qué medidas de gestión diplomática hacemos” en relación al acuerdo de cooperación entre la UE y Ecuador.
El canciller ya había denunciado que esas declaraciones “constituyen una grave intromisión en los asuntos internos de Ecuador y una falta de respeto lamentable de una funcionaria de la Unión Europea, que pone en duda la institucionalidad de nuestro país”.