Un operativo sorprendió ayer a la redacción de la Revista Vanguardia. A las 17:55, un grupo de policías del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) junto con un juez y funcionarios del Fideicomiso No Más Impunidad embargaron las oficinas del medio de comunicación.
Ese momento, los empleados y periodistas del semanario se encontraban trabajando y no conocían del operativo judicial.Las oficinas del medio están ubicadas detrás de la avenida González Suárez, en el norte de Quito. La sede funciona en una casa de tres pisos de ladrillo visto.
El argumento que se dio para la acción judicial -según Luis Zumárraga, gerente general de la revista- fue que no se había pagado el arriendo del local. Esta propiedad pertenece a Alejandro Peñafiel, ex propietario del Banco de Préstamos.
Sin embargo, Zumárraga aseguró que sí cancelaron los valores asumidos por el arriendo del inmueble, a través de un Juzgado del Inquilinato de Quito, pues la propiedad todavía se encuentra en litigio con el Estado por USD 14 000. Por el arriendo del local se pagan USD 1200 mensuales.
El editor general de Vanguardia, Juan Carlos Calderón, sostuvo que la orden se ejecutó por una querella planteada por Pedro Delgado, quien es titular del Fideicomiso No Más Impunidad.
Este organismo estatal reemplaza a la Agencia de Garantía de Depósitos, en el manejo de las propiedades y cuentas de los banqueros que quebraron en la crisis de finales de los noventa. El Banco de Préstamos es una de las instituciones que todavía no ha saldado sus deudas con el Estado.
En el operativo se incluyó la retención de los bienes de la revista (mobiliario y computadoras ). Ese momento, caía una fuerte lluvia en esa zona de la urbe y los equipos fueron colocados en una casa contigua y bajo custodia policial.
Esa vivienda estaba desocupada y es parte de los inmuebles incautados a los banqueros y que es manejada por el Fideicomiso.
Calderón aseguró que en los discos duros de las computadoras que fueron retenidas había información sensible, vital para el trabajo periodístico. Además, que fueron maltratados durante el operativo e intentaron requisarlos. Aseguró que la edición de esta semana estaba cerrada y que la revista circulará normalmente.