En una acción reprochable, tal vez impulsada por un malévolo asesoramiento, el presidente de la República, economista Rafael Correa, ha enjuiciado penalmente a Diario El Universo. El Jefe de Estado se considera víctima de una supuesta injuria calumniosa por afirmaciones publicadas en una columna de opinión, suscrita por Emilio Palacio.
Esta peligrosa interpretación de la institución jurídica de la responsabilidad ulterior, que pretende extenderla del columnista a los directivos de un medio, llevará, en la práctica, a la censura previa, pues los artículos de opinión tendrían que pasar por un sistema de filtros que harían imposible su publicación, o la desalentarían.
En el periodismo independiente, las columnas de opinión son responsabilidad de sus autores y no reflejan, necesariamente, el punto de vista del medio en que se publican. Los columnistas opinan con libertad de conciencia, sin restricción alguna. Si la libertad de expresión que se ejerce en los medios pertenece a la libertad de pensamiento de todos los ecuatorianos, solo un periodismo abierto y libre permite un debate plural de ideas, indispensable en la vida en democracia.
Con acciones judiciales contra periodistas, como sucedió con los autores de libro ‘El Gran Hermano’; contra articulistas de opinión, como ya sucedió antes con Emilio Palacio; y, contra directivos de los medios, se amenaza a la libertad de expresión y se intenta complicar más el ya difícil panorama para el periodismo independiente. Mientras, nada se dice sobre el uso abusivo de los medios llamados “públicos”.
El Presidente de la República se equivoca cuando recurre al Derecho Penal para querellarse contra medios y periodistas. Eso lo rechazamos porque él, con su investidura, dispone de todos los recursos para defender su posición públicamente y ante la opinión pública, sin necesidad de acudir a sanciones penales, encarcelamientos y millonarias indemnizaciones.
El Ecuador necesita un jefe de Estado tolerante con la crítica, incluso cuando la tolerancia contradiga su temperamento y aún cuando él, en su subjetividad, sienta que lo han injuriado o le han causado daño moral. Por todo ello, el juez debe descartar la demanda planteada en contra de El Universo.