La noche del viernes fue allanada la casa de Juan Alcívar, periodista de La Concordia, corresponsal de diario La Hora y de la emisora Nuevo Sol. Alcívar se ha mantenido en la clandestinidad, luego de que fuera acusado de terrorismo por el fiscal de ese cantón, Gorki Ortiz, por los incidentes del 19 de julio. Ese día, manifestantes contrarios al proyecto de consulta popular para que los habitantes de La Concordia definan en las urnas su pertenencia a las provincias de Esmeraldas o a la de Santo Domingo de los Tsáchilas, cercaron el coliseo donde el Primer Mandatario estaba reunido. Tras las protestas, los activistas lanzaron una bomba lacrimógena dentro del ese recinto, poniendo en peligro a los asistentes al actos masivo, incluyendo a Correa. El peritaje judicial aseguró que la bomba fue lanzada por Alcívar. El Ministerio del Interior llegó a esa conclusión luego de que se comprobara que el tipo de ese artefacto antimotines no es el que la Policía usa actualmente. Según el reporte que circuló pasadas las 21:00 del viernes, un grupo de 30 policías y un agente fiscal llegaron al domicilio de Alcívar. La orden vino del Juzgado de Quinindé (Esmeraldas). Tras el incidente, Verónica Torres, esposa de Alcívar, quien está embarazada de seis meses, fue trasladada a la clínica de Guayaquil de La Concordia. Se sometió a supervisión médica, mientras que sus otros hijos están bajo el cuidado de su abuelo.En declaraciones a este Diario, el periodista dijo, en días pasados, que su situación judicial se produjo luego de la declaración de Aura Rodríguez Arroyo, policía municipal y de Manuel Mala Zambrano, jardinero del Municipio La Concordia. “Ellos señalan con testimonios falsos que fui la persona que supuestamente arrojó la bomba lacrimógena la noche del 19 de julio”. Según Alcívar, ese día fui asignado por Diario La Hora y la emisora Nuevo Sol, para cubrir el acto presidencial y “estuve junto a colegas de diferentes medios el momento en que desde la parte exterior del recinto ferial ingresó gas lacrimógeno. Yo no debo proclamar mi inocencia soy inocente, extremadamente inocente de un acto que jamás he cometido”. Las versiones de Rodríguez y Mala se contradicen, según el periodista implicado. El primero aseguró: “Yo pateo la bomba después esta misma persona dijo que yo la lancé porque me encontraba a 5 metros del público”, Mala, en cambio, sostiene “que yo lancé la bomba lacrimógena desde la puerta del recinto ferial ubicada a más de 60 metros donde supuestamente Rodríguez me vio”. “Estoy injustamente inculpado” de ese hecho. Por esta razón, Gorki pidió la prisión preventiva del periodista, con base al Código Penal; Alcívar se mantiene en la clandestinidad para no ser aprehendido. En ese ambiente, fue que la Policía allanó su vivienda el viernes. De su parte, el presidente Nacional de diario La Hora, Francisco Vivanco Riofrío, dijo el viernes desde Quito, que aspira a que haya un tratamiento ceñido a la problemática de la defensa de un comunicador “que en su actividad periodística ha tenido una posición frontal y crítica”.