Las amenazas para el libre e independiente ejercicio de la prensa en América Latina preocupan en otros continentes.
Esto se evidencia en el amplio y destacado espacio que el diario español El País ha decidido dedicarle a la situación de la prensa en América Latina, pero en especial a la situación en el Ecuador.
En un gran especial multimedia, el prestigioso diario español despliega una variada información sobre el tema. Abre con una galería de videos, en la que se observa al presidente Rafael Correa acosar a la prensa, insultar periodistas y advertir sobre juicios en contra de quienes opinen sobre él.
El especial lleva también artículos muy críticos de periodistas ecuatorianos como Cristian Zurita, quien está demandado por Correa por el libro El Gran Hermano; Diego Cornejo Menacho, director de la AEDEP y Paúl Mena.
En uno de esos artículos, Cornejo sostiene que el Ecuador vive en un “estado de propaganda” desde el 2007, año en que el presidente Rafael Correa asumió el poder. Según Cornejo, el Gobierno ha montado un complejo dispositivo destinado a desacreditar a los periodistas y medios independientes, criminalizar la protesta social y a desarrollar un ambiente pernicioso para la libertad de opinión.
“En este dispositivo funciona como pívot un insultante discurso presidencial, insospechado en un estadista, para referirse a los medios de prensa críticos, cargado de una violenta gestualidad que ha llegado a despedazar un periódico ante las cámaras y el regocijo de sus seguidores”, dice Cornejo quien resalta que el secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, ya cuenta con 19 medios a su disposición, entre canales de televisión, periódicos, revistas y radioemisoras.
El periodista Cristian Zurita, por su lado, sostiene en su artículo que “el gobierno de la proclamada revolución ciudadana necesita un enemigo estratégico a quien responsabilizar por la falta de cambios, y no encontró mejor adversario que los medios de comunicación independientes y sus periodistas. Hoy somos acusados de responsables del fracaso de la nación. Somos sinónimos de jorga criminal. Recaderos de los grupos de poder. Mentirosos y mediocres”.
Otros periodistas de Venezuela, Bolivia, Colombia, Nicaragua, Guatemala, México y Argentina cuentan asimismo sus experiencias.
El periodista español Fernando Gualdoni también escribe y sostiene que “la demanda millonaria que el mandatario ha presentado contra el grupo mediático por calumnias e injurias se ha convertido en uno de esos hitos que marcan la historia de la libertad de expresión. El proceso, hasta ahora desfavorable para la posición del periódico, amenaza con sentar un peligroso precedente en el país andino y en el resto del continente”.
También escribe el periodista argentino Martín Caparrós quien sostiene que los populismos vigentes en América Latina “comparten, según sus relatores, ciertas estrategias: una de ellas es la construcción y utilización del enemigo. Hay que armarse un buen enemigo, porque un enemigo sirve para muchas cosas: produce identidad –nosotros somos los que nos peleamos contra ésos–, produce cohesión –nosotros estamos peleando contra ésos así que no vamos a discutir entre nosotros–, produce un orden –aquí estamos nosotros, allá ellos. Así que buena parte de la astucia de un proyecto consiste en saber hacerse su enemigo. El peronismo de los doctores Kirchner dio con uno que ni pintado”.