El pronunciamiento de la Iglesia Católica ecuatoriana sobre la consulta popular ha generado reacciones a favor y en contra de que la Curia trate asuntos políticos.
El jueves pasado, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana emitió un comunicado en el cual aseguraba que no participaría en la campaña en contra del plebiscito que impulsa el Ejecutivo. Sin embargo, cuestionó la intención del Gobierno de interferir en la Función Judicial.“Queremos destacar la responsabilidad histórica que recae sobre toda la ciudadanía. Están en juego los fundamentos mismos del Estado de Derecho: la independencia de poderes, la organización del sistema judicial y la real vigencia de las libertades y derechos fundamentales”, señaló el comunicado de la Iglesia.
Esta postura molestó al Régimen. Ayer, el presidente Rafael Correa “lamentó que la Iglesia Católica intente involucrarse en la campaña política de la consulta popular”, según informó el periódico oficial El Ciudadano.
No obstante, para el asambleísta de la Izquierda Democrática (ID), Andrés Páez la posición de la Iglesia tiene sentido desde el punto de vista de que “ha luchado históricamente contra el fascismo, que ahora se evidencia en el gobierno de Rafael Correa”. Además, aclaró que la Conferencia Episcopal Ecuatoriana tiene derecho a pronunciar sus inquietudes sobre el futuro del país, al igual que lo ha hecho el presidente Correa. “La culpa de esto la tiene Omar Simon, titular del Consejo Nacional Electoral (CNE), que autorizó a Rafael Vicente (Correa) a hacer campaña como sujeto político. Esto abrió la posibilidad de que cualquiera pueda hacer campaña sin límite”, dijo.Pero para Alianza País, los sacerdotes solamente pueden dedicarse a cumplir su rol de evangelizar. Según el legislador Pedro de la Cruz, se trata de confundir a la ciudadanía.Recordó que en la anterior consulta sobre la Constitución de Montecristi, la Iglesia también se pronunció en contra, con el argumento de que la nueva normativa “promovía el aborto y el matrimonio homosexual. Solo querían evitar que se apruebe la nueva Constitución”, manifestó.
Páez refutó ese pronunciamiento porque cuestionó que el Primer Mandatario sí se haya inmiscuido en los asuntos de la Iglesia, cuando se nombró a Rafael Ibarguren, como administrador apostólico de la Vicaría de Sucumbíos. “Es la doble moral que tienen. ¿Por qué Correa puede meterse en los asuntos de la Iglesia y esta no en temas políticos?”.
No obstante, los sacerdotes insisten en que ellos no están interviniendo en la política, solo buscan concienciar a la ciudadanía.
El monseñor Néstor Herrera, aclaró que la Iglesia no ha tomado posturas ni a favor ni en contra del plebiscito, solamente ha pedido que se reflexione sobre el voto. “Lo que hace es consideraciones sobre la realidad que estamos viviendo. Por la ola de violencia y por las dificultades entre las funciones del Estado y la sociedad civil se trata de mejorar eso y debemos presionar para que el voto sea responsable. Cualquiera que sea el resultado de la consulta, todos los ecuatorianos debemos asumirla, para que después no se diga que no es nuestra culpa. El voto debe ser responsable”.Con esto coincidió Elsa de Mena, miembro del colectivo Cauce Democrático. Para ella, la Conferencia solamente busca “defender los principios del sistema democrático y la libertad. Las personas siempre debemos tomar una posición pero lo lógico es tomar una posición tratando de defender esa independencia de los poderes y de elegir”, aclaró.
Pero la asambleísta y coordinadora de Alianza País, Aminta Buenaño consideró que incluso esta intención de generar el debate político es negativo. Porque “la Iglesia no debe meterse en política. El Ecuador es un Estado laico que respeta todos los cultos y no creo que sea bueno que entre la representación de Iglesia en opiniones políticas”.